El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió este lunes a Irán que, en caso de autorizar "cualquier acción" contra el país hebreo, habrá una "respuesta muy severa", informaron medios locales.
"Quiero transmitirle esto claramente a Irán: cualquier acción contra Israel será respondida con una respuesta muy severa", declaró junto al presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, tras una reunión trilateral en Jerusalén.
Durante una conferencia de prensa, Netanyahu aseveró que Irán ha realizado "ejercicios" recientemente y confirmó que conversará al respecto con el presidente de EE.UU., Donald Trump, el próximo 29 de diciembre en Miami.
"Estamos siguiendo esto y haciendo todos los preparativos necesarios", dijo en su comparecencia, en la cual se dirigió a quienes "fantasean con restablecer sus imperios" en la zona. "Esto no va a suceder, ni siquiera lo piensen. Somos capaces de defendernos y la cooperación aumenta esta capacidad", agregó.
Por su parte, desde Irán denuncian que Tel Aviv "está desestabilizando la región y aumentando la tensión", debido a que EE.UU. y Europa le otorga "total impunidad", según lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica, Seyed Abbas Araghchi.
En una entrevista a RT, respondió a la pregunta sobre si se admite la posibilidad de nuevos ataques estadounidenses contra su país o incluso de una operación a mayor escala. "Bueno, obviamente no rechazamos esa posibilidad. Pero estamos totalmente preparados para ello. Incluso mejor preparados que la última vez", contestó Araghchi.
'Guerra de los 12 días'
La madrugada del 13 de junio, Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, que degeneró en un intercambio de ofensivas con misiles y drones entre ambas naciones. Durante la llamada 'guerra de los 12 días', los objetivos del país hebreo fueron las instalaciones nucleares de la República Islámica, comandantes militares y altos cargos, así como científicos nucleares. Varios de ellos fueron asesinados junto con familiares.
El enfrentamiento se intensificó cuando EE.UU. se unió a la agresión, atacando tres importantes instalaciones nucleares iraníes. Trump aseguró entonces que el programa nuclear del país persa había sido "destrozado", evaluación que fue cuestionada por la propia inteligencia de Washington. Teherán respondió a la ofensiva estadounidense lanzando un ataque contra la base militar más grande del país estadounidense en Oriente Medio, ubicada en Catar. El 24 junio, Tel Aviv y Teherán anunciaron un alto el fuego que puso fin a los enfrentamientos.


