El uso de los 'smartphones' por parte de los niños durante las altas horas de la noche trae consigo consecuencias negativas para sus cerebros, advirtió en una reciente entrevista Mitch Prinstein, codirector del Centro Winston de Tecnología y Desarrollo Cerebral de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.)
"Creo que es fundamental que la mayoría de los padres y educadores comprendan que cuando sus hijos usan sus dispositivos por la noche, esto tiene un gran efecto en su sueño. Reciben la luz azul del dispositivo, que altera la melatonina que necesitamos para conciliar el sueño", explicó el psicólogo.
Prinstein señaló que las cosas que los niños ven en las pantallas les resultan "emocionalmente relevantes". "Los mantiene despiertos, incluso cuando dejan de usarlas. Muchos dejan la pantalla en la mesita de noche y, si se dan la vuelta en mitad de la noche, la cogen y la miran. Duermen mucho menos de lo necesario, se duermen más tarde y el sueño se interrumpe, por lo que no tienen la misma calidad de sueño. Esta es la receta perfecta para interferir con el desarrollo cerebral", destacó.
"Lo que descubrimos es que, como resultado, los cerebros de los niños desarrollan menos materia blanca de la que deberían durante la adolescencia. Esto afecta la capacidad de los cerebros de los niños para alcanzar el tamaño esperado", indicó el especialista.
"Da mucho miedo pensar en cómo ese potencial podría verse frustrado por dejarlos ir a sus habitaciones con sus teléfonos. Deberíamos quitarles el teléfono a las 21:00 todos los días de colegio, punto", concluyó.