El representante permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, afirmó este martes que EE.UU. traspasó "la línea roja", en medio de la escalada de hostilidades contra el país caribeño.
Durante un debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, aseguró que EE.UU. comete un "crimen contra la paz" con sus recientes acciones, como la incautación de buques petroleros o el bloque naval sobre la nación.
"Hoy la línea roja ha sido cruzada y el Gobierno de EE.UU. tiene responsabilidad internacional por las agresiones en curso", aseguró Moncada.
❗️❗️ "LA LÍNEA ROJA HA SIDO CRUZADA" — Venezuela ante la agresión de EE.UU.https://t.co/2OLsim8nOlUn diplomático venezolano alertó que la Administración estadounidense está "imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales". pic.twitter.com/kAUrFsmtW5
— RT en Español (@ActualidadRT) December 23, 2025
El diplomático advirtió que Washington está "imponiendo el caos y la destrucción en las relaciones internacionales del mismo modo en que lo hicieron los actores malignos que provocaron la Segunda Guerra Mundial".
En ese sentido, le dijo puntualmente al representante esloveno, como actual presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, que se trata de una "masiva violación de toda la arquitectura jurídica internacional, una grotesca ofensa violatoria de toda norma civilizatoria".
Defensa de la legalidad
El representante permanente mencionó algunas resoluciones de la ONU para desnudar la ilegalidad de estas acciones. En una de ellas citó que "independientemente de que haya o no declaración de guerra, el bloqueo de los puertos o de las costas de un Estado por las Fuerzas Armadas de otro Estado, se constituye en un acto de agresión".
"Una guerra de agresión constituye un crimen contra la paz que entraña responsabilidad", manifestó Moncada. "El territorio de un Estado no podrá ser objeto de adquisición por parte de otro Estado, como resultado de la amenaza o el uso de la fuerza", insistió.
Bajo esta línea, lamentó la "total impunidad" con la cual la Administración de EE.UU. "viola abiertamente" los instrumentos del derecho internacional con los cuales tiene "obligaciones jurídicamente vinculantes".
Venezuela bajo el asedio de EE.UU.
Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene el mayor despliegue militar de las últimas décadas en las aguas del Caribe, con presencia sostenida de activos navales y aéreos. En un primer momento, Washington justificó esta operación bajo el argumento del supuesto combate al narcotráfico, responsabilizando sin presentar pruebas al Gobierno de Maduro, de contribuir a ese delito.
Con el paso de los meses, la narrativa oficial de Washington ha experimentado un giro previsible. Tal como había denunciado el Gobierno venezolano, el supuesto foco en el narcotráfico ha dado paso a un discurso abiertamente centrado en el control y la apropiación ilegal de los recursos energéticos del país suramericano, en un contexto de creciente presión económica y amenazas de uso de la fuerza. En las últimas semanas, EE.UU. ha incautado al menos dos buques petroleros, en un acto tildado por Caracas de "robo" y piratería".
La operación militar estadounidense también ha tenido consecuencias letales. Más de 100 personas han muerto como resultado de más de una veintena de bombardeos contra pequeñas embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico, sin que EE.UU. haya demostrado públicamente la vinculación de estas con actividades ilícitas.
Frente a estas acciones, Caracas anunció que acudiría este martes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para denunciar lo que califica como agresiones militares de EE.UU. y una violación del derecho internacional.
Desde Rusia, en reiteradas ocasiones han expresado su apoyo a la nación suramericana y han hecho un llamado al pleno respeto del derecho internacional. Así, el presidente ruso, Vladímir Putin, en una conversación telefónica mantenida a principios de diciembre con su par venezolano, manifestó su "solidaridad con el pueblo venezolano" y "reafirmó su apoyo al curso del Gobierno" de Maduro, "orientado a defender los intereses nacionales y la soberanía en condiciones de creciente presión externa". También subrayó que Venezuela "merece absoluto respeto en su lucha legítima por la defensa de su soberanía e independencia".
De manera previa, el mandatario venezolano remitió una carta a los Estados miembros de Naciones Unidas, en la que alertó sobre "una escalada de acciones de extrema gravedad por parte del Gobierno de EE.UU.". En la misiva, advirtió que estas operaciones amenazan con desestabilizar a toda la región del Caribe y al sistema internacional en su conjunto.


