Seth Rollins, figura destacada en la WWE, participó recientemente en una discusión sobre la asociación de la organización de lucha libre profesional con Arabia Saudita, que ha generado una considerable controversia a lo largo de los años. En una entrevista en el pódcast 'Mohr Stories', Rollins abordó el rechazo de parte de la afición a estos vínculos financieros con Riad y aludió a las críticas que acusan a la empresa de aceptar "dinero manchado de sangre".
La relación de WWE con el Gobierno saudí ha sido lucrativa, generando aproximadamente 100 millones de dólares anuales por la celebración de dos eventos importantes en el reino árabe. Sin embargo, este beneficio financiero ha suscitado críticas generalizadas entre los aficionados y comentaristas de la industria, quienes argumentan que contribuye a los esfuerzos de la dirección del país por mejorar su imagen global en medio de las preocupaciones sobre derechos humanos.
Cambios culturales significativos
El luchador enfatizó la magnitud de las críticas que la empresa ha enfrentado los últimos seis años desde que comenzó a albergar eventos en Arabia Saudita. Destacó su escepticismo inicial sobre esta asociación, especialmente durante la primera visita, en 2019. A pesar de las controversias, subrayó los cambios culturales significativos que han ocurrido en el país, incluida la inclusión gradual de mujeres en los eventos y en las operaciones tras bambalinas.
Rollins hizo una declaración provocadora, sugiriendo que prácticas financieras similares están presentes en Estados Unidos, desafiando la noción de que los tratos de WWE con el reino árabe son los únicos problemáticos. "En Estados Unidos también nos pagan. ¿Piensas que no hay dinero manchado de sangre allí?", aseveró.
De cara al futuro, la promotora tiene previsto celebrar en territorio saudí la 'Royal Rumble' del próximo año, lo que marcaría la primera vez que este evento se realiza fuera de Norteamérica.
Asimismo, para el 2027 se ha programado que 'WrestleMania 43' tenga lugar en ese mismo destino, una decisión que ha avivado aún más el descontento entre los aficionados. Pese a las críticas, la compañía parece decidida a mantener su alianza con Arabia Saudita y a proseguir su estrategia de expansión internacional, en medio de un debate continuo sobre las implicaciones de este tipo de colaboraciones.


