El ministro de Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, declaró este martes que "parece que se avecina una nueva conspiración y el enemigo quiere agravar la situación económica de tal manera que aumente el descontento" popular en la nación persa.
El objetivo es generar "problemas internos" para el Gobierno iraní, aseguró, aseverando que el enemigo "se llevará este deseo a la tumba".
"Así como durante la Guerra de los 12 días, cuando la resistencia de las Fuerzas Armadas, con el uso de nuestros propios misiles, y los esfuerzos del pueblo y del Gobierno nos permitieron superar aquella crisis, hoy debemos unirnos para que los esfuerzos del enemigo por crear malas condiciones económicas fracasen", afirmó.
Araghchi reconoció que las dificultades económicas por las que atraviesa Irán "no solo se deben a las sanciones", sino que también tienen lugar casos de corrupción, deficiencias en el manejo administrativo y otros problemas internos.
"No atribuyo todos los problemas económicos a conspiraciones extranjeras, y soy consciente de la corrupción y los problemas internos y no los niego, pero parece que se intenta empeorar la situación actual", indicó.