La investigación científica sobre 'Mi pobre angelito' que podría cambiar su percepción sobre la película

Lo que en la película navideña 'Mi pobre angelito' ('Home Alone', 1990) parece un simple recurso de guion —que toda la familia McCallister se quede dormida y olvide a Kevin antes de un vuelo internacional— ha sido analizado con rigor estadístico por un investigador que se propuso responder a una sola pregunta: ¿qué tan probable es realmente ese despiste?

En una suerte de breve nota académica titulada '¿Qué probabilidades había de que McCallister se quedara dormido? Un modelo gaussiano de Mi pobre angelito', el físico Luis Batalha utiliza este método matemático para analizar la duración del sueño durante el fin de semana en adultos estadounidenses y estimar la probabilidad de que los cuatro adultos de la casa se duerman más allá de las 8:00 de la mañana tras una noche normal.

Tomando como base datos de la National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño) sobre la distribución de horas de sueño, Batalha fija una duración media de 7,6 horas y una desviación estándar de 1,6 horas para el descanso adulto en fines de semana. A partir de esos parámetros y asumiendo que los padres se acuestan alrededor de las 23:00, el estudio calcula la probabilidad de que cada adulto siga dormido a las 8:00 y, luego, la probabilidad combinada de que los cuatro sigan durmiendo a esa hora.

Un niño salta desde una ventana y frustra los planes de un ladrón a lo 'Mi pobre angelito'

El resultado: alrededor de un 0,13 %, lo que equivale a unos 1,3 casos por cada 1.000 mañanas similares. Como resume el propio autor, en torno a "una vez cada 750 fines de semana", lo bastante raro como para resultar memorable, pero no tan improbable como para ser prácticamente imposible.

El trabajo, que circula en redes sociales acompañado de la maqueta de un artículo científico con gráficos y fórmulas, recuerda que el modelo es deliberadamente simple: no tiene en cuenta factores como el estrés previo al viaje, los niños que se despiertan temprano o las alarmas múltiples, elementos que podrían reducir aún más la probabilidad del despiste. Aun así, concluye que la famosa escena de la película se sitúa en el terreno de lo "improbable pero plausible".