El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que la riqueza natural del país es el verdadero objetivo de la agresión de EE.UU. contra Caracas.
"Han acusado a Maduro de todo. Pero no es Maduro, es el petróleo lo que quieren. No es Maduro, es el oro, las tierras raras. No es Maduro, es la riqueza natural del país", declaró el mandatario este viernes.
"No pueden decir de Maduro que tiene armas de destrucción masiva, nadie les creería. […] No pueden decir de Maduro que tiene armas biológicas, químicas. No pueden decir de Maduro que está construyendo una bomba nuclear", enfatizó el líder del país bolivariano, destacando que, en esas condiciones, las autoridades en Washington "repiten como cuatro o cinco mentiras permanentemente".
"Es imposible" imponer a Venezuela un modelo de "dominación colonial y esclavista"
Además, el presidente venezolano aseguró que será "imposible" que EE.UU. logre imponerle a su país un modelo de "dominación colonial y esclavista" para apoderarse de sus riquezas naturales.
"Eso es 'impossible'", dijo Maduro, cambiando al inglés. "Porque aquí hay un pueblo asentado en el territorio, en las comunidades, en las universidades, en las fábricas, en los cuarteles, y ese pueblo ha demostrado suficiente capacidad para llevar nuestra patria por buen camino, a buen ritmo, a buen tino", enfatizó.
Venezuela bajo el asedio de EE.UU.
Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene el mayor despliegue militar de las últimas décadas en las aguas del Caribe, con presencia sostenida de activos navales y aéreos. En un primer momento, Washington justificó esta operación bajo el argumento del supuesto combate al narcotráfico, responsabilizando, sin presentar pruebas, al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de contribuir a ese delito.
Con el paso de los meses, la narrativa oficial de Washington ha experimentado un giro previsible. Tal como había denunciado el Gobierno venezolano, el supuesto foco en el narcotráfico ha dado paso a un discurso abiertamente centrado en el control y la apropiación ilegal de los recursos energéticos del país suramericano, en un contexto de creciente presión económica y amenazas de uso de la fuerza. En las últimas semanas, EE.UU. ha incautado al menos dos buques petroleros, en un acto tildado por Caracas de "robo" y piratería".
La operación militar estadounidense también ha tenido consecuencias letales. Más de 100 personas han muerto como resultado de más de una veintena de bombardeos contra pequeñas embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico, sin que EE.UU. haya demostrado públicamente la vinculación de estas con actividades ilícitas.
Este martes, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró una reunión de emergencia, tras la petición de Venezuela, que ha denunciado la escalada de agresiones de EE.UU. en su contra.
El representante permanente de Caracas ante la ONU, Samuel Moncada, denunció que las acciones de EE.UU. representan "la recolonización de Venezuela, la reconquista de todo el continente". "Estamos ante la masiva violación de todo el derecho internacional y una moral e indecorosa propuesta que nosotros no podemos aceptar", precisó.
La posición venezolana fue respaldada abiertamente por Rusia, cuyo representante permanente ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió que Moscú tiene "todos los motivos para creer que lo que en la actualidad está haciendo EE.UU. contra Venezuela no es una acción puntual: se trata de una intervención que podría convertirse en un modelo para futuras acciones militares contra otros Estados latinoamericanos".
Además, China, Colombia, Brasil, México, Nicaragua y Cuba manifestaron su apoyo a Caracas.