Los miembros de la Gran Logia Unida de Inglaterra han solicitado una orden de emergencia al Tribunal Supremo en la víspera de Navidad tras la reciente decisión de la Policía londinense de ordenar que sus agentes informen a sus superiores si son masones, informa The Guardian.
El 11 de diciembre, la Policía Metropolitana de Londres anunció que cualquier persona que sea miembro de una organización jerárquica que exige que sus integrantes se apoyen y se protejan entre sí, incluida la masonería, debe comunicárselo a sus jefes. El cuerpo policial explica su decisión por la influencia en la percepción de la imparcialidad policial y en la confianza pública.
"La decisión de la Policía Metropolitana proyecta un aura de desconfianza sobre toda la comunidad masónica. Dado el evidente y perjudicial impacto en nuestros miembros, ahora no tenemos otra opción que emprender acciones legales para impugnar esta decisión ilegal", dijo Adrian Marsh, director general de la Gran Logia.
La organización presentó los documentos en Londres, acusando a la Policía capitalina de discriminación religiosa contra sus miembros. Según la logia, la Policía Metropolitana alimenta teorías conspirativas sobre la influencia de la organización y se inventa la ley sobre la marcha.
Marsh dijo a The Guardian que espera que la vista sobre la medida cautelar tenga lugar el mes que viene, si no antes.


