Ÿnsect, una empresa emergente francesa especializada en la producción de proteína animal a partir de larvas de insectos, no continuará sus operaciones en 2026, informan medios locales.
Fundada como la promesa de una revolución alimentaria, la compañía se enfocaba inicialmente en mercados como la alimentación animal y los mejoradores de suelos para tierras agrícolas, con un proyecto de expansión a la alimentación humana.
Sin embargo, fue liquidada por el Tribunal de Comercio de Evry el 1 de diciembre de 2025, tras enfrentar bajos márgenes y altos costes de producción que impidieron su rentabilidad.
Todo parecía prometedor en sus inicios. Considerada una potencial empresa unicornio, simbolizaba el resurgimiento industrial francés impulsado por la biotecnología verde. Recaudó impresionantes fondos y recibió abundantes subvenciones públicas, totalizando casi 600 millones de euros (unos 700 millones de dólares) para su industrialización.
El Estado francés, el banco Bpifrance, autoridades locales e inversores privados confiaron en el proyecto, como reconocieron Xavier Bertrand, presidente de Hauts-de-France, y otros líderes locales involucrados. Pero a partir de 2023, el panorama se oscureció.
En dicho año, la granja de Poulainville, el más grande criadero vertical de escarabajos en el mundo, acumuló dos años de retraso, impidiendo entregas y generando pérdidas de 80 millones de euros (unos 90 millones de dólares). La filial holandesa Protifarm, adquirida en 2021, cerró. Además, la plantilla se redujo de 360 empleados en 2022 a 214 a finales de 2024, con 111 despidos más en julio de 2025, lo que prácticamente sentenció su final.
Un analista del sector opina que Ÿnsect se precipitó en un mercado nuevo y desafiante, con bajos márgenes frente a altos costes. La fábrica de Poulainville se convirtió en una carga financiera, y el proyecto alimentario no pudo sostenerse.