Konstantín Rokossovski fue un brillante comandante del Ejército Rojo, mariscal de la Unión Soviética y Ministro de Defensa de Polonia. Empezó la guerra en el sector más peligroso: la frontera de la URSS con Polonia, atacada por las tropas alemanas el 22 de junio de 1941. Participó en todas las batallas clave de la Guerra: en la Batalla de Moscú, cuando las tropas alemanas estaban a apenas decenas de kilómetros de la capital y en las Batallas de Stalingrado y de Kursk, que fueron dos puntos de inflexión históricos en la lucha contra el fascismo. Las tropas de Rokossovski liberaron Bielorrusia, Polonia y Alemania. El comandante dirigió el desfile de la Victoria en la Plaza Roja en junio de 1945. ¿Quién fue esta persona? ¿Por qué su opinión la tenía en cuenta hasta Iósif Stalin? Ariadna Rokossovskaya, bisnieta de Konstantín Rokossovski, habla sobre él con la corresponsal de RT Elena Shesternina.
En 1937, durante la época de las represiones de Iósif Stalin conocida como la Gran Purga, Konstantín Rokossovski fue arrestado y pasó en la cárcel varios años. ¿Qué acusaciones le presentaron? ¿Cómo afrontó aquella situación la familia?
En 1937 Rokossovski ejercía el mando de la guarnición de Pskov, por aquel entonces una ciudad fronteriza. Después del arresto, la familia de Rokossovski tuvo que abandonar Pskov porque, según la ley, los parientes de “los enemigos del pueblo” (así llamaban en los años 30 a los arrestados por motivos políticos y acusados de espionaje) no tenían derecho a vivir en las zonas fronterizas. La esposa de Rokossovski, Yulia, y la hija, Ariadna, que en aquel entonces tenía sólo 12 años, tuvieron que trasladarse a la ciudad de Armavir. A pesar de que tenía perfecta educación, Yulia trabajaba de cajera, peluquera y lavandera.
En una ocasión, la directora de la escuela donde estudiaba Ariadna entró en la clase y dijo que mi abuela se levantara. “Es la hija de un enemigo del pueblo”, dijo ante toda la clase. “Hija del enemigo del pueblo”, “hija del espía” así la llamaban en la escuela. Cuando oía tales ofensas por parte de sus compañeros de estudios Ariadna les pegaba. No sabía todavía cómo responder a los profesores.
Pero lo peor no eran ni los insultos, ni la falta de dinero. Lo mas difícil fue el desconocimiento. La familia no sabía el destino de KonstantínRokossovski. No sabía incluso si estaba vivo o muerto. La única vía para obtener información era ir a Moscú, a Lubianka y tratar de entregar allí el paquete con comida y ropa para el encarcelado. Pero la esposa no tenía derecho a abandonar Armavir. Ella mandó en tren a Moscú a su hija Ariadna, que llegó a Lubianka, entregó el paquete y lo aceptaron. Así la familia supo que Rokossovski estaba vivo.
El motivo del arresto fue la “vinculación con los servicios de inteligencia de Japón y Polonia” (Rokossovski era polaco, nacido en Varsovia). Durante dos años Rokossovski estuvo en la cárcel de Leningrado, sufriendo humillaciones, interrogatorios y torturas. Le rompieron costillas, dedos de los pies, le sacaron varios dientes. Pero no declaró contra nadie, no firmó ningún documento y no reconoció su “culpa”.
En 1940 fue liberado de la cárcel y rehabilitado. ¿Se sabe por qué se tomó esta decisión?
Semión Timoshenko, que conocía a Rokossovski desde los años 30, fue nombrado ministro de Defensa y empezó a buscar en las cárceles y campamentos a los oficiales encarcelados durante la Gran Purga. Para aquel entonces, el Ejército estaba casi completamente descabezado: los oficiales más talentosos fueron sometidos a represión.
¿Rokossovski entendía que Stalin era culpable de los arrestos y las represiones en el país?
No, como la mayoría de la gente. Aunque Stalin ya durante la guerra pidió perdón a Rokossovski Muy poca gente oyó tales palabras de disculpas por parte de Stalin.
Quiero recordar una historia que puede servir de buen ejemplo de sus relaciones. En 1944 Rokossovski y su equipo elaboraron el plan de la liberación del territorio de Bielorrusia. Por primera vez en la historia este plan preveía el doble ataque contra las posiciones del enemigo. Cuando Rokossovski presentó este proyecto, Stalin junto con Georgi Zhúkov y otros comandantes lo rechazaron. Rokossovski insistía. Stalin le dijo que abandonara la sala y pensara. Rokossovski salió. Al volver en unos minutos, Stalin le volvió a preguntar: “¿Qué propone?”. “El doble ataque”, respondió. La situación se repitió una vez más. Rokossovski entendía perfectamente que su obstinación amenazaba con devolverle a la cárcel pero siguió insistiendo en lo suyo. Finalmente, Stalin y toda la cúpula militar estuvieron de acuerdo con el plan. Gracias a esta operación, que se conoce en la historia como ‘Bagratión’ (una de las más exitosas de la Guerra Mundial) en un plazo muy corto fue liberado el territorio de Bielorrusia.
Rokossovski participó en las principales operaciones de la guerra. ¿Cuál de las operaciones militares consideraba él mismo como su mayor éxito y cuál, tal vez, como su mayor fracaso?
La mencionada operación ‘Bagratión’ era sin duda su logro absoluto. La operación por la liberación de Bielorrusia no tiene igual en la Segunda Guerra Mundial. Tres años después del comienzo de la guerra, en tan sólo dos meses las tropas soviéticas reconquistaron un vastísimo territorio recuperando prácticamente todas las áreas de la URSS y se aproximaron a las fronteras con Polonia. Allí, a Rokossovski le esperaban los acontecimientos que él mismo consideraba como su mayor fracaso durante los cuatro años de guerra: el Alzamiento de Varsovia. Prácticamente ante sus ojos, y quiero recordar que Rokossovski era polaco y su hermana en aquel entonces estaba en Varsovia y fue gravemente herida, el levantamiento fue aplastado. Las tropas soviéticas no podían hacer nada en aquella situación.
¿Cuál fue el carácter de Rokossovski? Hasta hoy día se considera que fue el comandante más popular entre los soldados y oficiales. ¿Es una de las numerosas leyendas de la guerra?
Esta vez no. La atmósfera que había y el estilo de la comunicación entre mariscales, generales y sus subordinados se conoce perfectamente. Este estilo en el Ejercito Rojo se denominaba ‘mando de taco’. Pero, a diferencia de otras personas bien conocidas, Rokossovski casi nunca usaba este ‘estilo’. Su chófer personal recuerda que durante cuatro años de guerra sólo una vez oyó palabras malsonantes. El automóvil salió al terreno descubierto y se atrancó. En ese momento oyeron el ruido de aviones alemanes. Reconocer el automóvil de Rokossovski era fácil, porque este tipo de coches sólo los usaban los oficiales de alto rango. Rokossovski pidió la pala. Pero el chófer la había olvidado y tuvo que oír todo lo que pensaba Rokossovski sobre él y su distracción.
¿Dónde estaba la familia durante la guerra?
El 22 de junio de 1941 Rokossovski, junto con su familia, estaba en Novograd- Volinski. Allí mismo empezó la guerra. El cuerpo de Rokossovski fue uno de los pocos que en los primeros días de la guerra logró no sólo no retirarse, como la mayor parte del Ejército Rojo, sino atacar al enemigo. En aquellos días no había ninguna comunicación con el mando supremo. En unos días, cuando la comunicación al fin se restableció en Kiev, descubrieron sorprendidos que Rokossovski pedía permiso para el contraataque. El mando se opuso: atacar en aquella situación significaría estar cercado por tropas alemanas.
Rokossovski envió a su familia a Kiev. De allí trataron de ir a Moscú, pero por aquel entonces la capital se consideró como ‘ciudad cerrada’ y era imposible entrar. La esposa de Rokossovski y su hija se dirigieron a Kazajistán y de allí a Novosibirsk. A causa de todas estas peripecias Rokossovski perdió el contacto con la familia. Ellos tampoco conocían su paradero, hasta el momento en el que oyeron por la radio el nombre de Rokossovski en una noticia sobre sus éxitos en la Batalla de Moscú.
En 1942 Rokossovski fue gravemente herido y enviado a un hospital de la capital. Toda la familia también regresó a Moscú. La esposa de Rokossovski, Yulia, toda la guerra organizaba conciertos en los hospitales y coordinaba envíos al frente para los soldados. La hija Ariadna, que tenía 17 años, soñaba con ir al frente y se enroló en la escuela de operadores de radio. En 1943 ella empezó a servir y hasta fue condecorada con varias medallas.
Rokossovski dirigió el famoso desfile de la Victoria en la Plaza Roja en junio de 1945. ¿Qué supuso este acontecimiento para Rokossovski?
Rokossovski en su caballo negro dirigía el desfile y Zhukov, en un caballo blanco, lo presidía. Aquel día llovía mucho. Mi abuela recordaba que Rokossovski llegó a casa calado hasta los huesos. Su uniforme de gala estaba completamente mojado, hasta el punto de que no podía quitárselo. La abuela lo cortó con unas tijeras y luego tuvo que coserlo de nuevo para la recepción en honor de la Victoria en el Kremlin.
Las fotos del archivo de la familia de Konstantín Rokossovski