En un comunicado difundido el pasado 5 de julio, el Observatorio sirio para los Derechos Humanos con sede en Londres informó que "varias grandes explosiones se produjeron en el área donde se encuentra una base del Ejército sirio y depósitos de armas".
De acuerdo con los datos obtenidos por el grupo de derechos humanos, varios aviones de combate fueron vistos en el cielo sobre el territorio de la ciudad de Al Haffah, al este de Latakia. Se informó además sobre varios soldados que resultaron muertos y heridos a causa de las explosiones.
El pasado 12 de julio, medios de EE.UU. citando datos aportados por varios funcionarios de defensa del país norteamericano que hablaron bajo la condición de que no se revelara su identidad, informaron de que las explosiones podrían haber sido provocadas por ataques aéreos de aviones de guerra israelíes. Por el momento, nadie ha reclamado oficialmente la responsabilidad por las explosiones en Latakia.
Las autoridades israelíes se negaron a hacer comentarios sobre el caso. "No podemos comentar estos informes", según dijeron a RT en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Benjamin Netanyahu tampoco quiso comentar la información en un comunicado este domingo. "Mi política es evitar la transferencia de armas peligrosas a Hezbolá en el Líbano y a otros grupos terroristas", aseguró el primer ministro. "Y yo no tengo la costumbre de revelar lo que hicimos o no hicimos", añadió.
El ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, por su parte desmintió en su entrevista de este lunes para la cadena local NTV
que Israel hubiera usado una base aérea de su país para emprender el ataque contra Latakia, Siria.
Según un informe publicado en el periódico 'The British Sunday Times', el ataque contra un depósito de armas en la principal ciudad portuaria siria fue realizado por submarinos israelíes. De acuerdo con la investigación llevada a cabo por el diario, el presunto ataque naval israelí se realizó en estrecha coordinación con EE.UU.
Las relaciones entre Turquía e Israel vivieron momentos de tensión hasta marzo de 2013 como resultado del incidente de la Flotilla de la Libertad, que en 2010 intentó llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza pero fue atacada por Israel, que mantiene el bloqueo de la zona. Nueve ciudadanos turcos murieron en el ataque y 30 personas de diferentes países resultaron heridas.
Los dos países acordaron normalizar sus relaciones después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ofreciera sus disculpas al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.