Varios profesores y políticos expresaron su indignación al conocerse que el exdirector de la CIA cobra 200.000 dólares mientras el salario promedio de un profesor se sitúa en los 90.000 dólares anuales. Ante las críticas, su sueldo se ha reducido a un dólar.
El abogado de Petraeus, Robert Barnett, aseguró que su cliente nunca asumió el trabajo en la universidad como una fuente de ingresos.
"Una vez que apareció la controversia sobre la suma que le pagaron, [Petraeus] decidió que era mucho más importante centrarse en los estudiantes, en la escuela y en la educación que en el dinero", dijo en un comunicado Barnett. Por lo tanto, sostuvo el abogado, Petraeus sugirió "eliminar la cuestión del dinero".
El general retirado, veterano de las guerras de Irak y Afganistán, se negó a comentar el caso.
Petraeus dimitió de su alto cargo en la CIA tras las revelaciones de sus relaciones sexuales con una periodista y biógrafa suya personal, Paula Broadwell. El exdirector de la CIA fue invitado a la universidad en abril de este año.