Según el oficial, los militantes de Al Qaeda pretenden expulsar por la fuerza al Ejército Libre de Siria, que combate contra el Gobierno del país, y ocupar los puntos fronterizos de Bab al Hawa y Harem, en la frontera entre Siria y Turquía. De este modo los islamistas intentarían tomar el control sobre el flujo de armas y municiones procedente de Turquía y sobre el dinero obtenido de la venta ilegal del petróleo sirio.
Al Qaeda empezó a materializar este plan la semana pasada con el asesinato de funcionarios del Ejército Libre de Siria, y pretende seguir con esa estrategia, dijo la fuente de 'Asharq al-Awsat'.
El Ejército Libre de Siria, sin embargo, intentará "prevenir cualquier ataque y evitar la apertura de un segundo frente que debilite la posición de los rebeldes en su lucha contra el Gobierno", dijo el oficial de los insurgentes. Para ello el Ejército Libre de Siria fortifica sus posiciones en las regiones donde Al Qaeda podría atacar. Las fechas más probables para esos ataques serían el 8 o el 9 de agosto, después de que termine el mes sagrado del ramadán.