De acuerdo con los documentos preparados por las oficinas de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), en todo EE.UU. las Fuerzas de Seguridad del país están rastreando la ubicación física de millones de personas inocentes mediante una tecnología de vigilancia en masa.
Cuando un departamento de Policía despliega lectores automáticos de matrículas en la parte superior de los coches patrulla o en lugares fijos, este sistema captura en pantalla cada vehículo que pasa. A partir de ahí, la información recogida puede ser comparada con una base de datos de automóviles involucrados en investigaciones penales o de coches cuyos propietarios han tenido problemas con la justicia.
Sin embargo, la ACLU insiste en que la medida amenaza la privacidad de los ciudadanos, ya que los datos que se obtienen se almacenan durante un tiempo prolongado.
"Al principio los datos obtenidos por el sistema simplemente se comparan, por diversas razones, con las listas de coches que tiene la Policía. Pero, cada vez más, todos estos datos acaban en grandes bases que contienen información sobre la ubicación de muchos millones de estadounidenses inocentes que se remonta a varios meses, o incluso años", escribió en el sitio de la organización sin fines de lucro ACLU la abogada Catherine Crump.
En este sentido, Crump y la organización que regula la Ley por la Libertad de la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) solicitaron a los departamentos policiales de 38 estados que les proporcionen información detallada sobre el uso de los lectores automáticos de matrículas.