Al parecer, según las filtraciones de Edward Snowden, desde el año 2006 el gobierno de EE.UU. pedía cada 90 días al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera renovar la orden que obliga a los proveedores nacionales de telecomunicaciones entregar metadatos telefónicos de los ciudadanos estadounidenses.
La aprobación se hizo pública teniendo en cuenta la decisión anterior del Director de la Inteligencia Nacional de hacer más transparente el programa de vigilancia y “el significativo y creciente interés público hacia el programa”, reza la sentencia del Tribunal.
“La Administración estudia con mucho cuidado y revisión minuciosamente si se puede y en qué medida puede ser desclasificada la información adicional o los documentos sobre este programa, conforme a la protección de la seguridad nacional”, concluye en la sentencia.