La declaración del ministro venezolano fue una respuesta a unas declaraciones anteriores de Power, en las que se comprometía a "responder a la represión" en países como Venezuela y Cuba, si esta es confirmada.
Jaua señaló que Power debería preocuparse "primero" por explicarle al mundo "el bochorno del sistema de vigilancia y control", en referencia al caso del ex técnico de la CIA Edward Snowden que reveló una masiva red de espionaje por parte del Gobierno estadounidense. También le pidió explicaciones sobre "cómo después de dos campañas electorales" aún sigue abierto el centro de detención de Guantánamo, que calificó de "aberración" y de "campo de concentración".
En esta línea, el Gobierno venezolano ha presentado una nota de protesta ante la Embajada de Estados Unidos en el país, en la que rechaza las declaraciones de Power. "Nosotros no vamos a aceptar que una aspirante a embajadora en Naciones Unidas tenga dentro de sus planes la injerencia dentro de Venezuela", manifestó Jaua.
Asimismo, el canciller venezolano pidió que el Departamento norteamericano de Estado aclare si los comentarios de la embajadora nominada por el presidente Barack Obama, para representar a EE.UU. en la ONU reflejan la posición de ese cargo o, de lo contrario, que "corrijan a su aspirante a embajadora".
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó ayer de "destempladas" e "injustas" estas declaraciones y pidió al Gobierno estadounidense una "rectificación inmediata".
No obstante, el Departamento de Estado defendió los comentarios de Power, argumentando que su política es seguir expresando un "fuerte respaldo al fortalecimiento de las instituciones democráticas" venezolanas.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos atraviesan uno de sus puntos más bajos desde 2010, cuando ambos Gobiernos retiraron a sus respectivos embajadores. Ahora la situación se tensa aún más todavía, ya que Venezuela se ha ofrecido refugio para Snowden.