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Entrevista del Presidente ruso Dmitri Medvédev para “ABC News”

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Entrevista del Presidente de la Federación de Rusia Dmitri Medvédev para los representantes del canal “ABC News”:
Entrevista del Presidente ruso Dmitri Medvédev para “ABC News”

Entrevista del Presidente de la Federación de Rusia Dmitri Medvédev para los representantes del canal “ABC News”:

¡Señor Presidente! Muchas gracias por habernos invitado a San Petersburgo. La entrevista que le haremos hoy podrá ser oída por una gran audiencia de ciudadanos estadounidenses.

Ante todo, ¿Qué es lo más importante que debe saber un estadounidense sobre Rusia en el día de hoy?

Medvédev: Que Rusia es un país normal y moderno, al igual que EE. UU.

¿Esto qué significa?

Medvédev: Significa exactamente lo que he dicho. Significa que en los dos países tenemos un sistema de valores parecido. Que las personas que viven en Rusia quieren aproximadamente lo mismo que los estadounidenses. Que intentamos asegurar con todos los medios posibles una vida segura y confortable en nuestro país aunque, por desgracia, no siempre lo conseguimos. Que en Rusia nos enfrentamos a una serie de amenazas con las que luchamos, que existe un conjunto de objetivos de desarrollo económico y social al que nos dirigimos. También que poseemos ya una cierta experiencia como un Estado democrático independiente que fue creado hace unos 20 años.

Hace poco se ha firmado en Praga un acuerdo muy importante entre los EE. UU. y Rusia. Era un acuerdo muy complicado y este tema sigue separando a los países. Quiero hacerle una pregunta que no es nada fácil. Si los EE. UU. siguen desarrollando el Escudo Antimisiles, ¿Rusia se saldrá del acuerdo?

Medvédev: Intentaré explicar cómo entiendo este proceso hoy en día.

Durante un período de tiempo bastante largo, y realmente no sin gran esfuerzo, hemos estado discutiendo con nuestros colegas estadounidenses el tema de la correlación entre Armas Estratégicas Ofensivas y Armas Antimisiles Defensivas. Lo que pasa es que eso tiene que ver con la configuración de las fuerzas nucleares, más exactamente con la diferencia de las configuración de las fuerzas nucleares en Rusia y en EE.UU., al igual que con los planes que existen entre nosotros y los socios norteamericanos.

Como resultado de las complicadas discusiones ha nacido la formulación que está determinada en el preámbulo del acuerdo. Ella refleja un conocido principio jurídico, mejor dicho, esta formulación estipula que hay una interconexión entre las Armas Estatégicas Ofensivas y las fuerzas, medios Antimisiles Defensivos.

Pero allí también dice que las circunstancias que sirvieron de base para la firma de este acuerdo se consideran formuladas y concordadas por las partes. Si las circunstancias no cambian, eso podrá interpretarse como un motivo para poner en riesgo todo el acuerdo. Eso no significa que en virtud de esta regla dicho acuerdo perderá vigor de inmediato si la parte norteamericana empieza algún aumento del Escudo Antimisiles. Pero eso es como un argumento adicional que nos une y que nos posibilita preguntarnos si el cambio cuantitativo de los medios antimisiles llevará a que la situación cambie cualitativamente. Y si en algún momento consideramos que la situación ha sufrido un cambio cualitativo, nos veremos obligados a plantear este problema ante nuestros socios estadounidenses. 

Sin embargo, me gustaría que no haya una sensación de que cualquier cambio es una razón para derogar un acuerdo recién suscrito.

Además el presidente Obama y yo, así como mi administración junto con la administración estadounidense, estábamos negociando una cooperación en el desarrollo de un sistema antimisiles global. Pero si el proceso tiende a cambiar la situación sustancialmente, la parte rusa sí planteará tal asunto.  Y en eso consiste el sentido de la interpretación, al igual que el de la declaración oral que fue hecha ayer.

Entonces, ¿Si Rusia siente que este sistema supone un riesgo, usted cambiará su criterio?

Medvédev:  En este caso podremos plantear la cuestión de poner fin anticipadamente al acuerdo. Sin embargo, espero que eso no pase y que nosotros nos ocuparemos de esos problemas, problemas de perfeccionamiento del potencial, cuestiones de la defensa antimisiles consultándonos el uno al otro. En general, es deseable dedicarse a estas materias en conjunto.

Ud. ha dicho que esta formulación está determinada en el preámbulo. He oído una de sus últimas conversaciones con el Sr. Obama. Ud. la quería introducir en el preámbulo mientras que el Presidente estadounidense no. ¿Qué fines persigue Obama?

Medvédev: Yo creo que el Sr. Obama, como Presidente de los EE. UU., persigue la protección de los intereses de su país y yo, como Presidente de la Federación Rusa, intento defender nuestros intereses. Lo que pasa es que no tenemos ningún plan de gran escala para crear una defensa antimisiles parecida a la que hay en EE. UU. Pero entendemos que los medios antimisiles por sí, en caso de acrecentarlos hasta un determinado nivel, son capaces de desnivelar el equilibrio de poder.

En efecto, ¿en qué está basado el nuevo acuerdo sobre armas estratégicas ofensivas? Está basado en que las partes mediante un compromiso, mediante ciertas concesiones mutuas, mediante consultas con expertos, llegaron a la conclusión que entre ellas hay una cierta paridad, una paridad de portadores de misiles y ojivas. Y nosotros los estamos reduciendo, es decir, estamos poniendo un límite reducido de portadores a diferencia de lo que había en el acuerdo del año 1991. Pero si la paridad fijada se mantiene, eso significará unos 700 portadores de misiles en estado operativo, 800 en estado operativo y almacenados, y 1550 ojivas. Al mismo tiempo, si una parte aumenta de forma radical las fuerzas de su defensa antimisiles, naturalmente esta defensa en realidad se convertirá en una parte de las fuerzas estratégicas nucleares porque es capaz de bloquear las acciones de la otra parte. En este caso surge un desequilibrio. Justamente esto servirá de base para la revisión del acuerdo. Hay un conocido proverbio o principio latín que Ud. como abogado también debe conocer, la cláusula “rebus sic stantibus”: el contrato se presume vigente mientras sigan en efecto las circunstancias que lo crearon. Si han tenido un cambio, ésta es una razón para revisarlo. Eso concierne a cualquier contrato, incluido el START. Así, justo estas circunstancias en este caso corresponden al desarrollo de la Defensa Antimisil.

Ud. ha tenido muchos encuentros con el Presidente Obama, al menos quince veces.

Medvédev:  Dieciséis encuentros.

Dieciséis. Yo pensaba que quince, no estaba seguro de la cifra diciséis. ¿Qué le parece Barack Obama como persona?

Medvédev:  Sabe, es un socio con quien me siento a gusto y es interesante tratar con él. Probablemente lo más importante, y que le diferencia de muchas otras personas, sin mencionar a nadie en concreto, es que él piensa cuando habla. Eso no está mal. Él sabe formular.

¿Pienso que Ud. se refiere a alguien?

Medvédev:  Claro que sí, pero no quiero ofender a nadie. (se ríe). Él intenta escuchar lo que dice su socio. Para un político es una cualidad importante porque cada político en determinada medida es un mentor, él hace declaraciones.

Por ejemplo la capacidad de escuchar al socio es muy importante para un hombre de política. Obama está bien sumergido en el material. En ninguna ocasión me ha pasado que al conversar con el Presidente estadounidense él no esté al tanto de algún tema. Eso está muy bien. Además, simplemente es una persona muy simpática con la que es agradable tener trato.

Él también dice cosas positivas sobre Ud. Cuando hablé con él en Praga, por ejemplo. Lo más importante que él comentó sobre Ud. cuando le pregunté “¿Quién realmente responde por los asuntos en Rusia, el Presidente Medvédev o el Primer Ministro Putin?”, fue que después de las conversaciones que habían tenido, Ud. siempre cumplía con sus obligaciones y cumplía su palabra.

Y Ud. ¿estará cansado de tanto oír la misma pregunta sobre quién responde realmente por la situación actual en Rusia? ¿Ud. o Putin?

Medvédev:  Sí, un poco cansado, la verdad es que esto me está hartando. ¿Quiere que le conteste otra vez a la pregunta o ya lo tiene todo claro?

Yo creo que el presidente Obama ya habló sobre esto. Yo les observo con frecuencia, a Ud. y a Putin, y ambos en muchas ocasiones se expresan de modo diferente sobre cosas distintas. ¿Cómo funciona realmente este sistema entre ustedes dos? ¿Cómo funcionan las relaciones?

Medvédev:  Verá, entre nosotros de verdad está afianzado un buen sistema de relaciones mutuas y buenas relaciones personales.

 ¿Y cómo es el sistema de relaciones entre el Sr. Obama y el Sr. Biden? Ellos también hablan sobre cosas diferentes. Y también tienen una experiencia diferente, una biografía diferente, supongo, y diferentes criterios sobre el mundo y sobre la situación actual. Pero todo esto funciona. Significa que para nosotros esto también funciona igual.

Sobre quién toma decisiones en nuestro país, esa pregunta ya me la han hecho reiteradamente.

Yo creo que acaba de contestarla ahora mismo.

Medvédev:  En realidad la he contestado, pero puedo darle otra respuesta. Eso es algo absolutamente trivial. Las decisiones las toma quien se responsabiliza por esas decisiones de acuerdo con la ley. Si hablamos, por ejemplo, de las cuestiones de la política exterior e interior, de la defensa, de la seguridad, es solamente el Presidente y nadie más. A mí tal vez me hubiera gustado compartirla con alguien, sobre todo en los períodos más dramáticos, como por ejemplo durante el famoso conflicto que sucedió en el Cáucaso en agosto de 2008. Pero no puedo decir que esa decisión no la he tomado yo o que llevo la responsabilidad por tales decisiones conjuntamente con mis otros colegas, con Putin o algún otro. Yo personalmente me responsabilizo por ello. Y no me averguenzo por esa decisión. Sin embargo, simplemente quiero decir que las decisiones más importantes, más complicadas, por desgracia hay que tomarlas personalmente.

Pero nosotros tenemos el Gobierno. Él tiene toda la competencia. En EE. UU. no hay Gobierno. Nosotros tenemos un Gobierno. El propio Gobierno puede promulgar un acto normativo. El Gobierno se ocupa de la economía. Y es un volumen de trabajo muy grande. Yo he trabajado en el Gobierno varios años como jefe de gabinete adjunto del primer ministro. Es un trabajo colosal, enorme y muy complicado que no tiene ninguna relación con los poderes del presidente. Así es la segunda dimensión de nuestras relaciones.

Pero, a mi parecer, en los últimos tiempos hemos creado un sistema que funciona bastante bien. Sabe, le diré más, yo creo que funciona aún mejor que durante el período anterior. ¿Y sabe por qué? Porque yo creo que el Gobierno, a mi modo, era un órgano técnico, más técnico de lo que debía haber sido realmente. Y cuando el Gobierno ha sido encabezado por un político tan experimentado como Putin, una persona de autoridad en el país, el Gobierno resultó ser más activo y su actividad empezó a ser más substancial. Y eso no está mal, sobre todo en el período de la crisis, porque es el período cuando las personas se inquietan más, no están contentas con lo que sucede. Y muy frecuentemente ellos (y, probablemente, con razón) cargan la responsabilidad sobre las autoridades. Y si estas últimas empiezan a fallar y fracasar, como ha pasado en algunos países, entonces.. mal asunto. Y si un Gobierno mantiene su prestigio, se comunica con personas ordinarias, toma decisiones sopesadas, eso sí que es bueno para el país.

Una de esas crisis ha sucedido recientemente, tuvo lugar aquí, cuando sucedieron los atentados en los vagones del metro de Moscú. En EE. UU. también han sucedido cosas semejantes. Ese día yo me encontraba en Nueva York. Todas las estaciones del metro estaban en alarma. En todos los periódicos se podía ver fotografías. Por todos el país. ¿Cómo suceden estas cosas y qué hace con ellas?

Medvédev:  Mire, en mi opinión, es una historia muy triste. Si hablamos de quien aparece en la foto, esa mujer, ella es prácticamente…

¿Es.. (poco comprensible) una asesina?

Medvédev:  Sí. Era prácticamente una niña, tenía 17 años. Pero ella ha tomado una decisión que causó la muerte de un gran número de personas. ¿Por qué? Esa es la cuestión principal.

Ella se crió en la región del Cáucaso. Y, por lo que veo y lo que me había señalado Ud., es justamente aquella mujer que estuvo casada con uno de los bandidos-terroristas que además era un sicario extranjero, que vino a Rusia desde uno de los países para luchar por sus objetivos bastante dudosos y fue muerto. Y según la versión, que según tengo entendido al día de hoy tiene la policía, era precisamente ella quien accionó el aparato explosivo. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué procedió de este modo respecto a personas totalmente inocentes? Seguramente hay varias razones. Primero, es el radicalismo y además un radicalismo muy fundamentalista y extremista, propio de algunas personas que llegan del exterior, que se enfrentan a nuestro Estado y muchos otros países y actuan en realidad a gran escala terrorista internacional. Es la misma gente que está en Afganistán, en Pakistán. Estamos contínuamente “pillando” esa clase de ciudadanos y los aniquilamos. Y cuando examinamos sus documentos, vemos que son personas que llegaron de esos países. Pero esta mujer es en realidad de Rusia, simplemente estaba casada con uno de esos bandidos. Y cuando lo mataron, al parecer, ella tomó la decisión de vengarse, pero vengarse de la gente normal y corriente.

¿Y cómo luchar contra eso?

Medvédev:  Ahora trataré sobre cómo se puede luchar contra eso. Mire, se puede luchar sólo erradicando sus causas. Luchar contra el terrorismo, ustedes mismos lo saben muy bien, es excepcionalmente complicado, es difícil hacerlo tanto en Rusia como en EE. UU. Para luchar con manifestaciones de este tipo hay que cambiar la psicología de las personas, hay que crear buenas condiciones de vida en la región del Caúcaso, hay que exterminar a todos quienes llegaron con objetivos terroristas a nuestro país. Y estas personas se infiltran desde el extranjero.

Aquí tiene que haber un componente de fuerza…

Desde Afganistán, Pakistán.

Medvédev:  Sí, desde Afganistán, Pakistán, de algunos otros países.

Es la misma amenaza que enfrentan los EE. UU.

Medvédev:  Yo creo que es absolutamente la misma amenaza y las mismas fuerzas. Pero en nuestro caso tiene un propio “color”, tal vez, bastante nacionalista. Por eso el componente de la fuerza es muy importante. Y es realmente una lucha, una lucha de verdad.

Pero no es menor en importancia el trabajo con personas ordinarias. A los irreconciliables hay que eliminarlos. Pero al resto, a los que cometen errores y caen en grupos de bandidos por circunstancias accidentales o porque les inculcaron un “caos mental”, o como dicen, “lavaron” el cerebro, con ellos se puede trabajar y hay que devolverlos a la vida normal. Es lo más complicado.

Lo que concierne a eventos como éste, es un tema extraordinariamente complicado, porque nosotros con usted entendemos lo que es el metro. Es un enorme flujo de personas. En este momento no existe tecnología que permita detectar a distancia sustancias explosivas y cinturones de suicidas.

Menos mal que no ha sucedido también de este modo en EE. UU.

Medvédev:  Sabe, es justo lo que le dije ayer a Barack Obama. Le dije “Barack, ten en cuenta, que hay metros en sitios diferentes y hay que ocuparse del transporte”. En realidad es un problema grave para nuestros países. Y no es sólo cuestión de tecnología. Estoy preparado plenamente para cooperar en este ámbito con nuestros socios estadounidenses. Según tengo entendido nuestros colegas norteamericanos y el presidente de EE. UU. también están dispuestos a cooperar con nuestros colegas y conmigo personalmente. Pero es una lucha que deberemos llevar todavía durante bastante tiempo.

Parece que ahora, ¿Ud. también está seguro de que el programa nuclear de Irán representa una amenaza para la seguridad mundial?

Medvédev: El programa nuclear iraní no es transparente. Y ésta es la principal dificultad. Nosotros entendemos que Irán, como cualquier otro Estado, tiene derecho a la energía atómica con fines pacíficos, pero, debemos entender cuál es el objetivo de este programa, porque no responde a las propuestas de la comunidad internacional ni a las de Rusia.

¿Usted cree que Irán necesita una bomba?

Medvédev: Yo no sé qué es lo que necesita Irán. Sobre esto es mejor preguntarles a los mismos dirigentes iraníes, pero no tengo dudas de que el desarrollo del programa nuclear es uno de los puntos importantes para la sociedad iraní. Éste es un tema que se está llevando a cabo activamente por los líderes de Irán, para la consolidación de la élite y de la sociedad en general. Si pretenden fabricar armamento nuclear o no, yo no lo sé. Pero nosotros debemos seguir esto de cerca, debemos seguir de cerca su desición de enriquecer el 20 por ciento de uranio en sus propias instalaciones, y esto es como un deseo de entrar en conflicto con la comunidad internacional en este asunto. A pesar de que nosotros propusimos hacerlo en nuestras instalaciones, al igual que Francia y Turquía.

¿Irán todavía no está dispuesto a cambiar de opinión?

Medvédev: Por lo menos todos nuestros intentos no han tenido éxito. Esto es lamentable, más aún cuando las oportunidades eran muchas.

Nuestras relaciones con Irán son buenas, tenemos un volumen suficientemente grande de intercambios comerciales. Trabajamos conjuntamente con Irán y en el sector energético les suministramos equipos, pero no podemos observar con indiferencia el desarrollo de su programa nuclear. Y precisamente por eso me uní a este trabajo, que lo estamos llevando conjuntamente con EE. UU. y otros países. ¿Qué es lo que pasará en el futuro?, ¿serán suficientes las sanciones que se proponen para motivar a Irán a adoptar una conducta adecuada?

Sí, es precisamente lo que yo quería preguntarle. Varios congresistas impusieron muchas sanciones, pero no han dado resultado alguno. Y la mayoría habla de que es hora de luchar contra el comercio energético. ¿Por qué esto es una mala idea?

Medvédev: Yo no digo que esto sea una mala o buena idea. Yo hablo de otra cosa. En general, las sanciones son algo que raramente dan resultado. Usted mismo se ha dedicado a la política práctica y sabe que no es un factor decisivo, aunque a veces hay que recurrir a ellas.

¿Cuáles deberían ser las sanciones? Ayer nosotros discutimos sobre este tema durante basta tiempo con el presidente Obama. Las sanciones deben ser eficaces, deben ser “inteligentes”.

¿Qué significa eso?

Medvédev: Estas sanciones no deben conducir a una catástrofe humanitaria, en ese caso toda la sociedad iraní odiará al mundo entero. También sabemos que en Irán hay gente con mentalidad radical. ¿Queremos que esa gente lleve su radicalismo al mundo entero? Por tales motivos las sanciones deben ser “inteligentes”, pero al mismo tiempo éstas deben hacer recapacitar a los dirigentes iraníes. ¿Cuáles serían éstas? Éstas pueden ser comerciales, pueden ser en el comercio de armamento, puede ser cualquier tipo de sanciones. Por el momento nuestros expertos analizan el tema.

Si vamos a hablar de sanciones energéticas, le voy a dar mi opinión. Yo creo que con una sanción como ésta la comunidad internacional difícilmente conseguirá su objetivo.

¿Esto es por la posición de China?

Medvédev: Puede ser por la posición de cualquier otro país.

Nosotros también tememos una cooperación energética con Irán, pero por el momento no nos estamos refiriendo a nuestra posición. Las sanciones deben ser apoyadas por toda la comunidad internacional. Si sólo la mitad de los países apoya las sanciones y la otra mitad no, entonces éstas no tendrán ninguna efectividad.

Por eso, una vez más repito, las sanciones deben ser “inteligentes” y eficaces. Las sanciones no pueden ser paralizantes, aunque algunos quieran esto.

Éstas no tienen que ser atroces.

Medvédev: Éstas no tienen que ser atroces. Vivimos en el siglo XXI. Por eso, si seguimos con nuestra cooperación en esta esfera y en esta dirección, entonces sí que tendremos posibilidades de llegar a un acuerdo, pero sería mejor si esto lo lográramos sin la implementación de sanciones, lo mejor sería por medios políticos y diplomáticos. Pero ya ha pasado mucho tiempo.

Creo que Usted ha planteado un asunto muy serio al final. Hay muchos signos de que Israel está preocupado por una posibilidad de que en cualquier momento esto ocurra, ¿puede ser que a finales de año Israel tomará medidas militares. ¿Qué podría conllevar esto?

Medvédev: Este sería el peor de los medios en el desarrollo de los acontecimientos, porque en primer lugar, cualquier guerra acarrea pérdidas humanas, y en segundo lugar ¿Cómo es una guerra en el Medio Oriente? Allí todos están tan cerca que nadie se quedaría al margen. De darse un conflicto, sería un golpe fuerte, y se podría esperar cualquier cosa, incluyendo el uso de armas nucleares. Y el uso de armas nucleares en el Medio Oriente sería una catástrofe mundial, con un gran número de muertes.

¿Está seguro de que Israel impondrá barreras pero no tomará tales decisiones?

Medvédev: Yo puedo estar seguro sólo por las decisiones que están bajo mi poder, y el Gobierno de Israel determina sus propias políticas. Tengo buenas relaciones con el Presidente y el Primer Ministro de Israel, y son personas independientes. Y yo diría que en muchas cuestiones, toman actitudes severas. Por cierto, los Estados Unidos se dieron cuenta de esto no hace mucho tiempo atrás, en cuanto a algunas posiciones de Israel.

¿En cuanto a los asentamientos?

Medvédev: Sí, icluyendo los asentamientos, la posición de Israel no ha cambiado, incluso después de las conversaciones abiertas y francas con Estados Unidos. Nosotros con ellos hemos hablado sobre este tema, en muchas ocasiones. ¿Por qué menciono esto? Porque en el desarrollo de este tema se puede esperar cualquier cosa. Pero, en cuanto a Medio Oriente en general, esto sería un golpe muy fuerte, una catástrofe humanitaria enorme, no sólo para Medio Oriente.

Si sucede algo en Irán, ¿en que sentido podría amenazar la seguridad de toda la región? Empezará el éxodo de personas. En Irán existen diferentes nacionalidades. ¿A dónde irá esa gente? Ellos irán a la frontera con nuestro país, van a ir a Azerbaiyán. En Irán viven muchas personas que tienen raíces azerbaiyanas.

Usted se ha expresado muy bien sobre los problemas con los que Rusia tiene que luchar para convertirse en un buen país. La corrupción, la esperanza media de vida que se reduce en Rusia, el descenso de la población, el alcoholismo. Hay muchos problemas en el país. Desde el punto de vista de un observador externo, vemos que la nación está cayendo. ¿Qué hay que hacer?

Medvédev: Realmente la situación no es muy buena, de lo contrario no hablaría de esto. Pero me gustaría hacer algunas correcciones a lo que ha dicho. Gracias a Dios, la esperanza media de vida no se reduce, sino que al contrario, aumenta. Últimamente, desde que empezamos a participar en programas sociales y empecé a hacerlo hace cuatro años, la esperanza media de vida global en nuestro país ha crecido en los últimos cuatro años. Lamentablemente, el nivel aún es bajo, pero es un crecimiento. Esto significa que encontramos los medios correctos para este asunto. Sin embargo, todavía no estamos muy satisfechos. ¿Qué es lo que hay que hacer? Hay que invertir en la modernización de la economía, en el desarrollo social, en salud, en educación, promover un buen estilo de vida, moderno y deportivo, que las personas controlen su propia salud, hacer ejercicio todos los días. Esto no es algo difícil, pero hay que llegar a ellos y crear las condiciones adecuadas. ¿Y qué condiciones? Condiciones en las que las personas puedan tener dinero en sus bolsillos.

¿Ha tenido Olimpiadas difíciles?

Medvédev: Sí, voy a comentarles sobre esto.

... y las condiciones normales para los entrenamientos.

Yo no he tenido Juegos Olímpicos. No he tomado parte en ellos. Pero para nuestro país, el último, fueron juegos bastante difíciles, porque es la primera vez que quedamos tan bajo en el medallero. Esto no es una catástrofe ni una tragedia nacional, pero este es un evento del que debemos aprender. Sólo queda prepararse para los Juegos Olímpicos de Sochi. Porque cuando se celebra unos Juegos Olímpicos en tu país esperas un gran número de medallas.

¿Usted recuperará esas medallas?

Medvédev: Sí.

Díganos por favor, Estados Unidos en realidad quiere conocerle personalmente. Fue interesante para mí leer su biografía, saber más acerca de usted. Creció en la Rusia soviética, sin religión, y a la edad de 23 años llegó a la iglesia para bautizarse. ¿Por qué?

Medvédev: Sentía que lo necesitaba, sentí un deseo de hacerlo. ¿Para qué la gente va a la iglesia? Llegan si sienten esa necesidad, si no se trata de una excursión por supuesto. Eso es lo que sentí a los 23 años, que tenía que hacerlo. Creo que es bueno para mí, porque desde entonces mi vida es diferente. De estas cosas no se debe hablar en voz alta, porque el sentimiento religioso debe estar en algún lugar en nuestro interior. Aquel que lo expone obra de una manera deshonesta. Es algo propio de una persona. Creo que esto es importante para cualquier persona. ¿No le parece que es así?

Por supuesto.

Además, me sorprendió el hecho de que le gusta el heavy metal. “Led Zeppelin”, “Deep Purple”, “Pink Floyd” ¿de dónde viene eso?

Medvédev: Eso es de mi infancia y mi adolescencia. Yo no sé qué música escuchaba usted a la edad de 15 ó 20 años, pero yo escuchaba esa música, aunque vivía detrás de la “Cortina de Hierro”.

Creo que usted se reirá, se trataba de rock suave.

Medvédev: Entiendo.

A pesar de que vivía detrás de la “Cortina de Hierro”, esto era la época soviética, la música se filtraba a través de la cortina. Nosotros escuchábamos la música que escuchaba casi todo el planeta. Como “Deep Purple”, “Led Zeppelin” y “Pink Floyd”.

¿Y usted todavía es fanático de ellos?

Medvédev: En general sí. Pero ahora me he vuelto una persona más diversa en cuanto a las preferencias musicales. Ahora con gusto escucho música clásica y lo que usted llama rock suave, jazz, que a la edad de 15 años no escuchaba. Ahora me gusta. Cuanto más mayor es una persona, más tolerante se vuelve, ¿no?

Prácticamente casi se nos ha terminado el tiempo. Quiero preguntarle sobre un caso que conmocionó al pueblo estadounidense y ruso. El caso de un niño de 7 años de edad procedente de Siberia, Artióm Savéliev. Sus padres adoptivos de EE. UU. lo regresaron a casa solo, con una nota: “No puedo hacer nada con este niño. Yo desistó de él”. ¿Sabe usted sobre esto?

Medvédev: Por supuesto que lo sé. Es terrible. Y este muchacho, Artióm Savéliev, en mi opinión, simplemente cayó en una familia muy mala. ¿Sabe?, no quisiera terminar la entrevista hablando de un tema tan complejo, pero me gustaría decir unas cuantas cosas.

En primer lugar, esto es un acto monstruoso por parte de sus padres adoptivos. Llevar al niño para luego ponerlo en un avión y enviarlo de vuelta, diciendo “lo siento, no he podido con él, recíbanlo de vuelta”. Esto no sólo es inmoral, es ilegal.

Y, en segundo lugar, lo que más me preocupa ahora es que el número de casos similares en Estados Unidos aumentó. Ha habido casos de algunas muertes de niños adoptados por padres estadounidenses en el último tiempo. Y ahora tenemos el caso de este niño, pero gracias a Dios, sin muerte ni daños corporales. A esto reaccionó nuestro Defensor del Niño, y el ministro.

Su Ministro de Relaciones Exteriores propuso terminar con la práctica de las adopciones. ¿Esta es una buena idea?

Medvédev: Usted sabe que cualquier desición, por más dura que sea, nunca es del todo buena o mala. Creo que, con todas las experiencias negativas que se han acumulado en esta área, tendríamos que, junto con nuestros colegas estadounidenses, negociar la firma de cualquier acuerdo intergubernamental, tal vez, un estricto deber de los padres que adoptan niños procedentes de Rusia y de permitir un seguimiento a esa familia. Debemos estar al tanto de lo que sucede con nuestros niños. O realmente tendremos que abandonar la práctica de adopción de niños rusos por parte de padres estadounidenses. Pero la tendencia es alarmante y eso es lamentable. Y me gustaría que, una vez hecha pública nuestra entrevista, a este tema también le presten atención las autoridades estadounidenses.

Una última pregunta. Los días de la “Guerra Fría”, que usted y yo vivimos, ¿se han terminado para siempre?

Medvédev: Me gustaría pensar que sí. Y, ¿sabe por qué? Porque la “Guerra Fría” es una cosa aburrida, que no hace bien a nadie. Se gasta una fortuna, la vida se vuelve cada vez más tensa. Nos miramos unos a otros como enemigos ¿esto qué tiene de bueno?

De todas formas, yo voy a hacer todo lo posible para que la guerra fría nunca más vuelva a nuestro planeta y dañe nuestras relaciones con los Estados Unidos o con cualquier otro país del mundo.

Señor presidente, muchas gracias por su hospitalidad.

Medvédev: Muchas gracias.

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