Israel recuerda a las víctimas del Holocausto
Israel conmemora la muerte de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial: un minuto de silencio en todo el país, coronas al lado de monumentos y recuerdos de testigos.
Los israelíes cesaron este lunes a las diez de la mañana todas sus actividades y las sirenas sonaron durante dos minutos con motivo del Día del Holocausto, fecha que conmemora el exterminio de seis millones de judíos a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Las radios israelíes consagraron todas sus emisiones a los testimonios del horror en los campos de exterminio de la Alemania nazi mientras la gente depositaba coronas en los monumentos conmemorativos.
El día de la memoria del Holocausto comenzó en Israel por la noche y contó con una emotiva celebración en el Yad Vashem (Museo del Holocausto) en Jerusalén, al que asistieron el presidente Shimon Peres y el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Tanto el presidente de Israel, como el primer ministro, llamaron al "mundo libre" a no repetir los errores del pasado, desistiendo de la política de apaciguamiento de los regímenes agresivos. Como a estos últimos los lideres israelíes califican ante todo a Irán y sus ambiciones nucleares.
"Los líderes en Irán trabajan laboriosamente en el desarrollo de armas atómicas y expresan abiertamente su voluntad de destruir a Israel", dijo Netanyahu. "La rotunda condena que debería esperarse, no llega. El mundo está aceptando las llamadas iraníes para destruir a Israel", lamentó.
Peres pidió a la comunidad internacional "no repetir la indiferencia que costó millones de vidas" durante la Shoá y exigió a la ONU "permanecer alerta ante las amenazas de exterminio" del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad contra Israel.
La ONU designó al 27 de enero —el día de la liberación del campo de concentración de Auschwitz en 1945— como el día internacional de la memoria del Holocausto.
Israel, sin embargo, recuerda el Holocausto el día 27 del mes hebreo de Nissan, una semana antes del día de la Independencia, para celebrar así la creación del Estado judío sobre las cenizas del Holocausto.