En un tráiler del documental titulado 'Dentro de la NSA: Cibersecretos de EE.UU.' ('Inside the NSA: America’s Cyber Secrets'), un funcionario de la NSA tacha la agencia de "central energética" y "sala de emergencias" para fines de inteligencia, lo que provocó que el reportero enviara su solicitud de información acerca de la correspondencia del servicio relacionada con el canal National Geographic.
Es una agencia que se encarga de vigilar millones de comunicaciones a nivel mundial y resulta que ni siquiera puede revisar sus comunicaciones internas"La actual configuración de nuestros registros no permite ningún método centralizado de vigilar los correos electrónicos, por desgracia", indicó una representante de la NSA, Cindy Blacker, en respuesta a la petición de Elliot, y agregó que el sistema actual es "algo anticuado y arcaico".
"Es incomprensible. Es una agencia que se encarga de vigilar millones de comunicaciones a nivel mundial y resulta que ni siquiera puede revisar sus comunicaciones internas en respuesta a una solicitud de la FOIA", dijo Mark Caramanica, del Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa.
El caso de Pro Publica no es único. Después de las revelaciones de Edward Snowden sobre la vigilancia masiva ejercida por el Gobierno de EE.UU., la NSA recibió un alud de peticiones de ciudadanos que querían saber si su información personal había sido recogida por sus agentes. La mayoría de esas solicitudes fueron rechazadas por el servicio de inteligencia.