A pesar de todos los esfuerzos del presidente estadounidense, Barack Obama, Turquía no puede ratificar ahora los protocolos sobre la normalización de relaciones con Armenia debido a una "atmósfera política" adversa, informó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tras el encuentro con el presidente de Armenia, Serzh Sargsián, en el marco de la cumbre nuclear que se celebra estos días en Washington.
"Mantenemos nuestros compromisos establecidos en los protocolos, pero actualmente en Meclis (Parlamento turco) la atmósfera política no es favorable para su votación", dijo Erdogan.
El primer ministro turco precisó que si los documentos llegan a ser votados ahora, su rechazo sería inminente. La coyuntura adversa en el Parlamento turco, añadió Erdogan, está relacionada con el reciente reconocimiento del genocidio armenio por el Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense y el Parlamento de Suecia.
Además, durante la reunión con Sarkisián, Erdogan reiteró el apoyo turco a Azerbaiyán en el conflicto de Nagorno-Karabaj y descartó hacer concesiones en ese asunto.
Por su parte, el mandatario armenio afirmó que "Turquía no puede continuar el diálogo con Armenia y su pueblo estableciendo condiciones previas".
Sarkisián hizo esa declaración en una reunión en el Monumento a Woodrow Wilson, momentos después de su reunión con Erdogan. También hizo hincapié en que Armenia no estaba dispuesta a hacer del hecho del genocidio armenio materia de discusión, ni creía que Turquía tuviera un papel positivo en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj.
Esta reunión de jefes de los dos países enfrentados, Armenia y Turquía, fue una de las más esperadas en el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington para avanzar en el proceso de normalización entre los dos países.
Las conversaciones de los dos mandatarios tuvieron lugar en el Centro de Convenciones de Washington, sede del encuentro, donde se realizaron también dos reuniones plenarias y un almuerzo de trabajo que concluirá con la divulgación de un comunicado conjunto.
El presidente estadounidense, Barack Obama, exhortó a Armenia y Turquía a aplicar todos sus esfuerzos para normalizar las relaciones entre los dos países vecinos.
Durante la Cumbre de Seguridad Nuclear, en la que participan las delegaciones de 47 países, tuvieron lugar reuniones del presidente de EE. UU. con su homólogo de Armenia, así como con el primer ministro turco, para conversar sobre las respectivas relaciones bilaterales, los problemas entre ambos países y para dar un nuevo impulso positivo a las relaciones turco- armenias.
Por su parte, la canciller de Alemania, Angela Merkel, dialogó también con su colega de Turquía, Erdogan.
En vísperas de la Cumbre, el subsecretario de Asuntos Exteriores de Turquía, Feridun Sinirlioglu, viajó a Armenia y a Azerbaiyán para intentar un acercamiento entre las partes y preparar el encuentro entre Sarkisian y Erdogan.
Además, el representante turco en la capital estadounidense, Namik Tan, volvió la semana pasada a Washington para preparar el nuevo encuentro entre Sarkisian y Erdogan, que se ha realizado bajo los auspicios de la administración de Barack Obama.
En octubre del año pasado, Turquía y Armenia firmaron en Suiza unos protocolos destinados a restablecer las relaciones bilaterales que permitirían el establecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de la frontera común.
Los documentos podrían crear una comisión mixta de expertos para estudiar la masacre de cerca de 1,5 millones de armenios en los años 1915-1917.
Por un lado, Turquía quiere entrar en la Unión Europea, por otro, no reconoce el genocidio y la deportación masiva de armenios a principios del siglo XX.
Otro de los problemas que obstaculiza la normalización entre Turquía y Armenia es el conflicto del Nagorno-Karabaj, un enclave de mayoría de población armenia oficialmente perteneciente a Azerbaiyán, pero que se independizó de Bakú tras una cruel guerra a principios de la década de de los 90.