La necesidad de Filipinas de contar con un mayor número de buques patrulleros aumentó tras la intensificación de la actividad de China en el archipiélago de Spratly (situado en el suroeste del mar de China Oriental), que es objeto de disputa entre Manila y Pekín. Las islas del archipiélago también son reclamadas por Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán.
Por su parte, el canciller de Japón, Shinzo Abe, ha solicitado a Filipinas su colaboración para vigilar las acciones de China en las inmediaciones de las disputadas islas Senkaku, denominadas por China Diaoyu.
Asimismo, en un informe del Ministerio de Defensa nipón publicado ayer, Japón ha anunciado que necesita crear una fuerza similar a los marines de EE.UU. y una flota de aviones no tripulados para poder hacer frente a las amenazas territoriales de China y Corea del Norte.
El informe aparece en un ambiente de crecientes tensiones entre el país nipón y China, en relación con la disputa sobre la propiedad de las citadas islas Senkaku, administradas por Tokio pero reivindicadas a su vez por Pekín bajo el nombre de islas Diaoyu. La disputa, originada a comienzos de la década de 1970, se intensificó a mediados de 2012, cuando el Gobierno japonés anunció la nacionalización de las islas en cuestión.