La operación tiene como finalidad hacer frente a la creciente violencia en el Sinaí, señaló el portal Ahram, citando a fuentes militares.
La primera fase de esta misión durará 48 horas. El Ejército tratará así de poner fin a la actividad de los extremistas y bloquear sus centros ubicados en el desierto y en las zonas montañosas, especialmente en aquellas situadas en el norte y centro del Sinaí.
Para llevarla a cabo se coordinarán las fuerzas navales y aéreas con el Ejército de tierra y se establecerán medidas de control en carreteras, túneles y barcos que conectan con el Sinaí.
Este sábado, el ministro del Interior de Egipto, Mohamed Ibrahim, afirmó en una conferencia de prensa televisada que era inaceptable que se mantuvieran las deterioradas condiciones de seguridad en el Sinaí. "La cuestión del Sinaí se cerrará pronto", aseguró.
Las fuerzas de seguridad del país advierten que en la región hay unos 500 extremistas armados que podrían utilizar a los civiles locales como escudos humanos.
Tras el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi el pasado 3 de julio, se registraron numerosos ataques contra puestos de control militares y policiales en la península del Sinaí. Se calcula que una decena de personas murieron allí la semana pasada en ataques armados.
Mientras, continúa incrementándose la cifra de fallecidos por choques entre seguidores y detractores del presidente depuesto. La mayoría de las muertes ocurrieron en los alrededores de Ciudad Nasser, el distrito del noreste de la capital.