"En agosto de 1976 se ordenó el secuestro de los dos diplomáticos cubanos en Buenos Aires, para anotarse una estrella más en las acciones criminales contra la humanidad. No los querían muertos, los querían vivos. Los secuestraron y los llevaron a Orletti, donde los torturaron salvajemente. Vinieron a torturarlos, especialmente, un agente de la CIA que pertenecía a la DINA de Pinochet, Michael Townley, y otro agente de la CIA de origen cubano-americano, Guillermo Novo Sampol", ha comentado a Infojus la periodista y activista de derechos humanos Graciela Ramírez.
Ramírez, que vive en Cuba desde 1994, en su momento fue encargada de recoger testimonios para la Comisión Nacional de Argentina sobre la Desaparición de Personas. Detalla que para participar en la tortura, Novo Sampol llegó desde Miami y Townley lo hizo desde Santiago de Chile porque pertenecía a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la temible policía secreta de Augusto Pinochet. Según Ramírez, los datos sobre la involucración de los agentes de la CIA en la tortura de los dos cubanos están en los testimonios del chileno Juan Manuel Contreras Sepúlveda de la DINA, corroborados ante la juez argentina María Servini de Cubría, que los tiene registrados.
Los cubanos Jesús Cejas Arias y Crescencio Nicomedes Galañena Hernández llegaron a Buenos Aires en 1975 para desempeñar funciones en la embajada de su país. En agosto de 1976 fueron secuestrados en las inmediaciones de la sede diplomática. Tenían 23 y 26 años, respectivamente. Fueron trasladados al centro clandestino de detención Automotores Orletti, donde fueron torturados y asesinados. El secuestro de los cubanos fue realizado en el marco del llamado Plan Cóndor, en el que cooperaron las dictaduras de Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay
para perseguir y eliminar a opositores políticos durante las décadas de los 70 y los 80 del siglo pasado. Solo en Argentina el número de desaparecidos durante la última dictadura ronda alrededor de las 30.000 personas.
En junio de 2012 en Virreyes, a orillas del Río de la Plata, fue encontrado un barril metálico con los restos de Galañena. Un año después, en la misma zona hallaron los restos de Cejas. Por el secuestro y desaparición de los dos cubanos la justicia argentina dictó condenas carcelarias a cuatro represores, entre ellos al general retirado Rodolfo Cabanillas quien había administrado Orletti. Sin embargo, los dos agentes de la CIA que abandonaron Argentina una vez terminaron con las torturas jamás comparecieron ante la justicia.