Según el propietario del móvil, Du, estaba jugando cuando el dispositivo de repente explotó y se incendió. En un momento de pánico lanzó el teléfono al sofá pero, como este estaba hecho de materiales inflamables, el fuego comenzó a extenderse por todo el apartamento.
Du y su esposa pudieron escapar ilesos del incendio, pero el apartamento quedó destruido (Fotos aquí). Según afirma la víctima, él utilizaba el cargador y la batería originales y el dispositivo no estaba conectado a ninguna fuente de energía eléctrica.
Los representantes de Samsung anunciaron que llevarán a cabo un análisis químico exhaustivo de los restos del 'smartphone' para determinar las causas del accidente.
Últimamente han sido frecuentes los casos de celulares que han empezado a echar humo, se han prendido en llamas o han explotado. Así, una joven china murió electrocutada la semana pasada tras atender una llamada en su iPhone mientras este estaba enchufado cargándose. Días más tarde otro chino quedó en coma al intentar enchufar su iPhone al cargador adquirido en un distribuidor no autorizado, mientras que a mediados de este mes una joven en Suiza sufrió quemaduras tras la explosión de su Galaxy S3. Según cifras de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU., solo en este país se han registrado 61 casos similares.