El audio almacenado en las cajas negras ha sido extraído en presencia de la policía científica y del juez Luis Aláez. La información que aportan las cajas negras incluye las conversaciones mantenidas por el conductor la velocidad en cada momento y el funcionamiento de los frenos.
Así, el audio revela que minutos antes de la salida, el conductor del tren recibió una llamada en su teléfono profesional para recibir indicaciones del camino que tenía que seguir al llegar a Ferrol (Galicia). Del contenido de la conversación y por el ruido de fondo parece que el maquinista consultaba un plano o algún documento similar en papel.
El pasado 24 de julio, un tren de pasajeros, que según datos provisionales
circulaba a 192 km/h, descarriló en las proximidades de Santiago de Compostela, en las inmediaciones del barrio de Angrois. Se trataba de un tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol. Unas 247 personas viajaban en el convoy. El accidente se cobró la vida de 79 personas, mientras que unas 140 resultaron heridas. Hasta este martes permanecían ingresados en los hospitales quince heridos en estado crítico, uno de ellos un niño.
El domingo pasado el magistrado dictó libertad para el maquinista que conducía el tren accidentado, Francisco José Garzón Amo, aunque con el cargo de homicidio por imprudencia y medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y la licencia para conducir trenes y la obligación de una comparecencia semanal en el juzgado.
La causa del accidente: ¿exceso de velocidad o de recortes?