"Puede parecer irónico, pero las nuevas sanciones pueden hacerle el juego a Ruhaní", opina Memarian. "Las sanciones perjudican al pueblo iraní, y es el pueblo el que más las sufre; pero si Ruhaní quiere dar un paso y oponerse a los partidarios de una línea política dura, […] la presión pública puede empujarle a dar un paso significativo".
La revista cita también a otros políticos, incluso a políticos estadounidenses, que opinan que la investidura del nuevo presidente iraní no cambiará la postura del país.
"Irán puede tener un nuevo presidente, pero su camino hacia el enriquecimiento de uranio continúa", dijo al diario Edward Randall, miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU.
Las opiniones sobre el posible efecto de las sanciones difieren, pero, según 'The Foreign Policy', la última palabra la tendrá siempre el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenéi.
Ahogamiento económico
Por su parte, Rusia ha condenado el proyecto de las nuevas sanciones, notando que "cualquier sanción adicional en realidad ahoga a Irán económicamente" y no resuelve el problema del programa nuclear iraní.
"El Consejo de Seguridad de la ONU ya ha aprobado varias resoluciones con sanciones contra Irán, y lo que ya se ha hecho por la línea del Consejo de Seguridad es suficiente y adecuado en relación con la no proliferación de armas de destrucción masiva", dijo a Interfax el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatílov.