"Estaban muy alterados y se comportaban de una manera extraña", dijo Wijbren Landman, un empleado del zoológico. "El martes y el miércoles estuvieron todo el rato sentados en los árboles o en el suelo, sin apenas moverse, y no comieron casi nada."
Por lo que parece, a los primates los asustó una amenaza invisible, sostienen los empleados del zoológico, que nombran ente las posibles causas un terremoto, una serpiente, la imagen de un predador en la camiseta de uno de los visitantes e incluso un ovni.
Es el cuarto caso de esta extraña conducta en babuinos registrado en los últimos 20 años. Los expertos en el comportamiento de esta especie consultados por el zoológico dicen que se han registrado casos parecidos también entre babuinos salvajes, pero añaden que no se tiene noticia de episodios tan duraderos.
Según los últimos informes, actualmente el comportamiento de los simios está volviendo a la normalidad.