Investigando la muerte del embajador de EE.UU. Christopher Stevens y otros tres estadounidenses en Libia en septiembre pasado, la cadena de EE.UU. CNN descubrió que el consulado de EE.UU. trabajaba en aquel momento en un proyecto de suministro de misiles de los arsenales libios a los rebeldes sirios.
Desde que se produjera el incidente, los detalles de las actividades del Gobierno de EE.UU. en Bengasi han sido tema de controversia. Algunos líderes del Congreso presionaron para que se realizara una amplia investigación sobre el ataque y las operaciones secretas de la CIA en la ciudad africana.
"Desde enero, algunos agentes de la CIA implicados en las misiones de la agencia en Libia han sido objeto de frecuentes exámenes de polígrafo, incluso mensuales, según una fuente en el interior con conocimiento profundo del funcionamiento de la agencia", informó CNN.
La fuente dice que en el ataque resultaron heridos más estadounidenses de lo que previamente se había informado. La CIA, a su vez, afirma que ha sido clara y abierta acerca de sus operaciones en Bengasi. "La CIA ha trabajado en estrecha colaboración con los comités de supervisión para que le proporcionaran una cantidad extraordinaria de información relacionada con el ataque a las instalaciones de EE.UU. en Bengasi ", rezó un comunicado de la CIA.
"Creo que es una forma de encubrimiento y yo creo que es un intento de 'ocultarlo debajo de la alfombra', y pienso que el pueblo estadounidense cree igual", dijo el congresista Frank Wolf.