Según un comunicado de la misión de Brasil ante la ONU, el propósito de la reunión de cancilleres de los países que conforman el Mercosur, es transmitir a Ban Ki-moon el rechazo a las prácticas de Washington y solicitar "mecanismos de prevención y sanción a nivel multilateral en la materia".
"Hemos expresado nuestra preocupación y nuestra alerta sobre las graves implicaciones que esos procedimientos ilegales desarrollados por el Gobierno de Estados Unidos tienen sobre la estabilidad política de los países y la mutua confianza necesaria en la comunidad internacional", dijo el canciller venezolano Elías Jaua tras el encuentro.
La práctica del espionaje "es absolutamente violatoria del derecho internacional, a la soberanía de los países y violatoria de los derechos humanos fundamentales de los ciudadanos del mundo", señaló Jaua.
"Esta red de espionaje tiene que ver con la necesidad de EE.UU. de reposicionarse en la región después de una década de relativo debilitamiento en la región", afirmó el docente e investigador Leandro Morgenfeld.
Asimismo, afirmó que EE.UU. no solo escucha, espía e informa sobre cuestiones vinculadas con el terrorismo o la seguridad estadounidense. En su opinión el espionaje de EE.UU. también tiene que ver con intereses empresariales, el control de los recursos naturales y ejecuciones en torno a acuerdos de libre comercio.
Asimismo, los cancilleres de los países miembros del Mercosur manifestaron al secretario general de la ONU la preocupación sobre "el intento de condicionar y presionar a los países que han ofrecido asilo al señor Snowden".
Anteriormente, en la cumbre celebrada por la organización regional en julio pasado en Uruguay, los jefes de Estado del Bloque también condenaron a España, Italia, Francia y Portugal por negar al mandatario boliviano, Evo Morales, sobrevolar sus espacios aéreos por sospechas de que llevaba en su avión presidencial al extécnico de la CIA, Edward Snowden, quien reveló el sistema de espionaje mundial de EE.UU.