En las maniobras participan unos 2.000 militares, vehículos militares terrestres, aviones, helicópteros, drones y hasta buques de la Flota del Norte. El simulacro tiene lugar del 5 al 6 de agosto en el noroeste de Rusia.
El objetivo del ensayo es profundizar en la colaboración de distintos servicios especiales rusos y del Ejército para paliar las consecuencias de accidentes que supongan algún riesgo de contaminación radiactiva.
Los oficiales han diseñado distintas situaciones de emergencia, que van desde un atentado terrorista contra un almacén de sustancias nucleares o una explosión durante la descarga de un submarino atómico hasta el descarrilamiento de un tren que transporta misiles nucleares.
La última vez que se celebró un ensayo de semejante escala e importancia fue en 2004.