El alto funcionario explicó que Israel podría ejecutar un ataque, aunque este sería menos eficaz que una operación estadounidense en Irán, informa el diario israelí 'The Jewish Press' refiriéndose a la emisora mencionada. Según el rotativo, "la declaración del alto funcionario refleja el nerviosismo que ha provocado en el Gobierno de Netanyahu la satisfacción con la que la Administración de Obama acogió la noticia de la elección del nuevo presidente iraní".
La fuente de la emisora de radio duda de que en las nuevas circunstancias Obama cumpla con su compromiso de impedir que Irán obtenga armas nucleares.
El comportamiento de la Administración de Barack Obama en Siria ya contradice totalmente las anteriores declaraciones del presidente de EE.UU., lo que demuestra que Israel no puede confiar en las promesas estadounidenses, explica el alto funcionario del Gobierno israelí.
En sus palabras, Israel está muy preocupado por el hecho de que EE.UU. podría intentar establecer negociaciones directas entre Washington y Teherán, lo que resultaría en un relajamiento de las sanciones contra Irán a cambio del cumplimiento de algunas condiciones de la comunidad internacional que estarían por debajo de las exigencias de Israel.
Israel quiere que Irán desmantele la planta nuclear cercana a la ciudad de Qom, que deje de enriquecer uranio y que elimine todo el uranio enriquecido por encima de un 3,5%.
A finales de junio el nuevo presidente de Irán, Hasán Ruhaní, declaró que está dispuesto a mostrar más transparencia por lo que respecta al programa nuclear del país. Ruhaní aseguró que Irán "no pretende seguir con las tensiones con EE.UU.", pero indicó que el diálogo solo será posible si EE.UU. "no se entromete en los asuntos internos de Irán y reconoce sus derechos, incluyendo los nucleares".
La Casa Blanca anunció su disposición a cooperar con el Gobierno de Ruhaní. El portavoz de Obama, Jay Carney, dijo que EE.UU. está considerando la posibilidad de una colaboración tanto en el plano bilateral como en el formato "cinco más uno" (es decir, con la participación de Rusia, China, EE.UU., Francia, el Reino Unido y Alemania).