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Se cumplen 6 meses del inicio de la huelga de hambre de los presos de Guantánamo
Pasar medio año sin comer ha provocado que decenas de prisioneros del centro de detención de Guantánamo estén en una condición crítica, mientras que la situación de la propia cárcel es "explosiva", según opinan expertos de distintos países.
La huelga de hambre de los reos ha alcanzado ya los seis meses de duración. Mientras que las autoridades de la base naval estadounidense informan de que la intensidad de la protesta remite, los expertos y abogados de los presidiarios advierten que al menos una veintena de ellos está al borde de la muerte por desnutrición.
"Indudablemente la situación es explosiva y está en manos del presidente [de EE.UU.] resolverla", dice el profesor de la Universidad de La Habana Esteban Miguel Morales Domínguez. "Lo que pasa es que Obama ha sido muy inestable. Ha sido poco firme en sus decisiones cuando se ha visto en la necesidad de tomar una decisión importante".
Hace poco el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, declaró que sus combatientes no escatimarán esfuerzos para liberar a los prisioneros de la base norteamericana. Pero aparte de esta amenaza de un ataque hipotético, sobre el centro se cierne otra más palpable: la económica. Según datos no oficiales, cada interno de Guantánamo le supone a EE.UU. un gasto de hasta 2,7 millones de dólares anuales. Los expertos creen que la utilidad de estos desembolsos es muy cuestionable, lo que incendia aún más los ánimos de los que se oponen a que la base permanezca abierta.
"Es otro de los factores que llevan al Gobierno de EE.UU., y sobre todo la opinión pública norteamericana, a reconsiderar Guantánamo", reafirma el relator especial del Comité contra la Tortura de la ONU, Juan Méndez. "No solamente por el costo, sino por la eficacia de este costo, por la relación costo-beneficio, que es bastante negativa en ese caso". A juicio del experto, la retención de ese colectivo en la base naval no tiene mucho efecto en la guerra contra el terrorismo.
Las voces de protesta le llegan a Barack Obama de varias partes del mundo y desde los más variados ámbitos, incluso de la cultura popular. Así, la cantautora británica Polly Jean Harvey dedicó su nuevo tema a uno de los presos.
En la actualidad se asocian con Guantánamo denuncias contundentes, fuertes críticas y elevados gastos. Son argumentos de peso que, algunos no pierden la esperanza, finalmente podrían empujar al presidente de EE.UU. a dar un paso decisivo para el cierre de la cárcel.
"Indudablemente la situación es explosiva y está en manos del presidente [de EE.UU.] resolverla", dice el profesor de la Universidad de La Habana Esteban Miguel Morales Domínguez. "Lo que pasa es que Obama ha sido muy inestable. Ha sido poco firme en sus decisiones cuando se ha visto en la necesidad de tomar una decisión importante".
Hace poco el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, declaró que sus combatientes no escatimarán esfuerzos para liberar a los prisioneros de la base norteamericana. Pero aparte de esta amenaza de un ataque hipotético, sobre el centro se cierne otra más palpable: la económica. Según datos no oficiales, cada interno de Guantánamo le supone a EE.UU. un gasto de hasta 2,7 millones de dólares anuales. Los expertos creen que la utilidad de estos desembolsos es muy cuestionable, lo que incendia aún más los ánimos de los que se oponen a que la base permanezca abierta.
"Es otro de los factores que llevan al Gobierno de EE.UU., y sobre todo la opinión pública norteamericana, a reconsiderar Guantánamo", reafirma el relator especial del Comité contra la Tortura de la ONU, Juan Méndez. "No solamente por el costo, sino por la eficacia de este costo, por la relación costo-beneficio, que es bastante negativa en ese caso". A juicio del experto, la retención de ese colectivo en la base naval no tiene mucho efecto en la guerra contra el terrorismo.
Las voces de protesta le llegan a Barack Obama de varias partes del mundo y desde los más variados ámbitos, incluso de la cultura popular. Así, la cantautora británica Polly Jean Harvey dedicó su nuevo tema a uno de los presos.
En la actualidad se asocian con Guantánamo denuncias contundentes, fuertes críticas y elevados gastos. Son argumentos de peso que, algunos no pierden la esperanza, finalmente podrían empujar al presidente de EE.UU. a dar un paso decisivo para el cierre de la cárcel.
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