El tratado, firmado en Moscú por la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido, impuso la prohibición de ensayos nucleares en la atmósfera, en el espacio exterior y bajo el agua. Es decir, se prohibían todas las pruebas de municiones nucleares con la excepción de las realizadas bajo tierra.
El tratado entró en vigor el 10 de octubre 1963, y anteriormente, a partir del 8 de agosto de 1963, en Moscú, Washington y Londres se abrió la adhesión al tratado a otros Estados. No obstante, países como China y Francia no lo firmaron en aquel momento y siguieron realizando ensayos de armas nucleares en el mar y el espacio. En la actualidad, el acuerdo lo suscriben 131 Estados y sigue vigente hasta nuestros días.
En 1996 el Tratado de Prohibición Parcial se amplió hasta convertirse en el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Sin embargo, este tratado todavía no lo han firmado algunas potencias nucleares como la India, el Pakistán y Corea del Norte.
Antecedentes históricos
Antes de la firma de este histórico documento las pruebas nucleares en el espacio exterior, el mar y la atmósfera eran una práctica muy difundida. Según un informe, redactado por encargo del Senado de Francia, desde 1945 hasta la actualidad en el mundo se han probado más de 2.000 municiones nucleares: EE.UU. ha volado más de 1.000 artefactos; la Unión Soviética, 715, el Reino Unido, 45; y China, 46.Francia, que no firmó el tratado inicialmente, ensayó sus artefactos nucleares bajo las aguas de la Polinesia hasta mediados de la década de 90, y llevó a cabo 210 explosiones.
Estas pruebas nucleares provocaron una grave contaminación radiactiva en vastas zonas del Ártico, el norte de África, Australia, el océano Pacífico y las áreas desérticas del suroeste de los Estados Unidos. En 1961 en el polígono soviético del archipiélago de Nóvaya Zemliá (en el océano Glacial Ártico) fue efectuado el ensayo más importante de la historia, el de una munición de hidrógeno de 58 megatoneladas. Su onda expansiva circundó la tierra tres veces y la onda sonora generada por la explosión se extendió hasta la isla Dikson, situada a unos 800 kilómetros del polígono. La prueba contaminó radiactivamente extensas zonas de Siberia y el Ártico.
En julio de 1962 los Estados Unidos llevaron a cabo una explosión nuclear de gran potencia en el espacio aéreo sobre el océano Pacífico, cuyo resultado fue un corte de las comunicaciones y la energía en las islas Hawái.
En 1954, la goleta pesquera japonesa Fukuro-maru estuvo dos horas dentro de una nube radiactiva después de la explosión de una bomba nuclear estadounidense en las islas Marshall, en el océano Pacífico. Todos los tripulantes del barco desarrollaron el síndrome de irradiación aguda.
En julio de 1955 se publicó un manifiesto antinuclear redactado por el gran físico Albert Einstein y el filósofo Bertrand Russell.
En el Reino Unido surgió un amplio movimiento social llamado Campaña por el Desarme Nuclear, cuyos miembros realizaron varias marchas de protesta contra los ensayos nucleares. Otro impulso para la movilización de la opinión pública fue la publicación de testimonios de que la leche de las madres presentaba muestras de isótopo radioactivo estroncio-90, que apareció en la atmósfera tras la efectuación de pruebas de municiones de hidrógeno en el Pacífico por parte de los británicos.
Posteriormente, los médicos establecieron una relación directa entre la contaminación radiactiva y los cifras de casos de varios tipos de cáncer.
Durante 13 días en octubre de 1962, el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear a causa del enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, conflicto conocido como 'la crisis de los misiles'.
Menos de un año después de que se acordara retirar los misiles soviéticos de Cuba (a cambio de retirar armas nucleares estadounidenses de Turquía y del compromiso de no agredir la isla militarmente), el entonces líder soviético, Nikita Jruschov, y el presidente de EE.UU, John Kennedy, sellaron el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, poniendo fin así a las pruebas en la atmósfera, en el espacio exterior y bajo las aguas de los océanos.