El agente entonces parece darle al niño una bofetada suave porque este, asegura, le había mordido la mano.
"¡No se golpea a un menor de edad!", grita un transeúnte mientras otros amenazan con presentar demandas contra la Policía.
Sin embargo, algunos han defendido la actuación del agente calificando su comportamiento de "tranquilo y profesional".
Se informa de que el niño antes vivía con su madre, una tal Stephanie Johnston, de 28 años, pese a que una orden judicial concede al padre, Brian Wolfe, la custodia del menor. Según los informes, el chico es analfabeto, no asistía a la escuela y estaba viviendo en un autobús.