Hace 40 años, en un salón parisino se reunieron representantes vietnamitas y estadounidenses para poner fin a la Guerra de Vietnam. Pero Ho Van Thanh no se enteró, y junto a su hijo menor, que en ese entonces tenía un año, pasó las últimas cuatro décadas escondido en medio de la espesura de la jungla en el centro del país, informan medios locales.
Ahí pudieron mantenerse vivos gracias a frutas y animales que cazaban. Práctica que finalmente les permitió escapar
de las largas listas de muertos que arrojó el conflicto en Vietnam.
Los años de aislamiento hicieron que padre e hijo apenas pudieran mantener una capacidad de comunicarse entendible para quienes los encontraron. Ambos hombres vestían casi como salvajes en el momento de ser encontrados por un granjero, a unos 40 kilómetros en lo profundo de la jungla. Ahora ambos serán llevados de vuelta al mundo ‘civilizado’.