Tras reunirse con el rey Juan Carlos en el habitual despacho de verano, Rajoy dijo que es partidario de "dialogar" a cuatro partes -España, Reino Unido, Andalucía y Gibraltar- para superar la actual tensión.
El presidente del Gobierno español justificó la presencia de andaluces y gibraltareños, en que son las autoridades locales que tienen competencias en pesca y medio ambiente, dos de los escollos que centran las actuales diferencias con el Peñón.
La situación sobre Gibraltar se ha agudizado recientemente cuando las autoridades del Peñón impidieron que los pesqueros españoles faenaran en la zona. Después de esto España endureció el control fronterizo.
El pasado 2 de agosto Londres expresó su descontento por los "retrasos" en los controles fronterizos entre España y Gibraltar. Madrid, por su parte, denuncia que Gibraltar lanzó más de 70 bloques de hormigón al mar en la Bahía de Algeciras, con el objetivo de obstaculizar el trabajo de los pescadores españoles en esa zona.
En el contexto de esas fricciones, la atención mediática tanto del Reino Unido como de España está centrada en el envío por parte de Londres de buques de guerra para un simulacro naval en la zona del Estrecho.
A este respecto, el presidente español afirmó que las maniobras estaban programadas desde hace tiempo y responden a las "buenas" relaciones bilaterales entre Madrid y Londres, que "se mantendrán".