Según explicó la agencia, combatientes rebeldes del Frente al Nusra tomaron el control de la localidad de Al-Thawrah y su presa, la mayor de su tipo en el país, el pasado mes de febrero.
"También tomaron el control de las tres cuartas partes de las instalaciones donde se albergaban los trabajadores de la presa, muchos de los cuales son cristianos asirios", agregó el artículo.
Únicamente permitieron a aquellos empleados de la presa que eran musulmanes suníes permanecer en la ciudad para continuar manteniéndola operativa.
"Todos los musulmanes se quedaron allí y si algún cristiano quiere regresar tiene que convertirse al islam, de lo contrario será asesinado", añadió una fuente citada por la agencia.
Según el artículo, los rebeldes están ocupando sus hogares y robando sus bienes, que venden en el mercado negro para comprar armas y municiones con el dinero obtenido. En muchas ocasiones, los cristianos que tuvieron que marcharse a la fuerza ni siquiera pudieron recoger sus pertenencias personales.
"Para la mayoría [de los cristianos], quedarse en Siria ya no es una opción viable y abandonar el país, saliendo por Turquía o el Líbano, también tiene sus propios peligros", señala el informe.
A medida que se agrava el conflicto en Siria, aumentan el número de cristianos que huyen en masa de sus hogares por las amenazas, secuestros y asesinatos llevados a cabo por los rebeldes.