El epicentro se ubicó a una profundidad de 3,7 kilómetros, a un centenar de kilómetros de distancia de la ciudad de Firuzabad.
Por el momento no se ha informado de víctimas ni daños materiales.
En abril de 2013 Irán sufrió una serie de potentes sismos. El más fuerte, de 7,8 de magnitud, llegó a sentirse en varios países vecinos y dejó decenas de muertos, casi mil heridos e importantes daños materiales.