Puesto que se trata de un juego de guerra, los vehículos tienen que usar todo el arsenal de las armas de fuego del que disponen para acertar. En las tres vueltas del recorrido cada equipo usa sucesivamente el cañón, la ametralladora coaxial con el cañón y la ametralladora antiaérea pesada, instalada sobre la torreta.
La competición no es nada fácil para los conductores de los vehículos acorazados. Si uno derriba, por ejemplo, un poste mientras desempeña la figura de la 'serpiente' prevista en un tramo, el equipo es multado con 10 segundos que se le suman a su tiempo total.
Las fases eliminatorias para decenas de equipos se han llevado a cabo ya en tres distritos militares de Rusia y en los países aliados como Armenia, Bielorrusia y Kazajistán. En el polígono de Alábino (al oeste de la capital rusa) se desarrollará la competición final entre los ganadores regionales y nacionales.
Además de los equipos de los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en los próximos años a las competiciones podrían unirse tanques de Alemania, Estados Unidos e Italia. Al menos así lo espera el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, quien ideó el presente torneo a comienzos de este año.