"Está bien. Por cierto, el presidente Obama cree que es esencial [también]. Es esencial si [...] queremos minimizar el tipo de ataques como el de Boston. Es absolutamente esencial", dijo en la entrevista con la CBS. El jefe de Oracle, una de las mayores compañías de software del mundo, indicó que el espionaje no es nada nuevo y que recurren a él muchas compañías.
"Incluso si se desmantelara la NSA, eso no significaría que dejaría de recabarse el tipo de datos que la NSA recoge. American Express, Visa y otras empresas de servicios financieros están elaborando perfiles detallados de sus clientes mucho antes de que la cuestión de la vigilancia del gobierno surgiera. ¿Por qué no debería el gobierno tener las mismas herramientas?", se pregunta Ellison.
Pese a que durante muchos años la posibilidad de llevar a cabo espionaje y recolección de datos era un secreto a voces, solo a través de la divulgación de información sobre el programa PRISM trascendió el hecho de que el gobierno de EE.UU. quiere legitimar estas acciones en el ámbito legislativo.
En particular, y de acuerdo a datos compilados por Bloomberg a fines de julio, el gobierno de EE.UU. emitió el primero de los decretos secretos que les da derecho a recoger la información.
Pese a todo, el programa PRISM no logró evitar el ataque de Boston. Antes del ataque el FBI ignoró la información de los servicios de inteligencia rusos sobre la posible conexión de uno de los hermanos Tsarnáyev con un grupo extremista internacional.