Las placas de cerámica desarrolladas a partir de polvo nanoestructurado de carburo de boro se utilizarán en la fabricación de chalecos antibalas y posiblemente en la protección de aeronaves, informa el diario ruso 'Izvestia' citando a un portavoz de la empresa NEVZ-Soyuz, de Novosibirsk (ciudad considerada el más importante centro científico en la parte asiática de rusa), que se encarga del proyecto.
"La protección de personal y de equipos será de cinco a seis veces más eficaz que ahora, y el costo, un 15-25% inferior", declaró.
Se supone que la nueva tecnología reducirá en 2-3 veces el peso del blindaje (en comparación con el de acero) y aumentará la eficacia unas 5-6 veces. El costo de las placas será un 15-25% menor que el de sistemas de protección existentes.
Los nuevos chalecos antibalas hechos a partir de láminas de carburo de boro protegerán al personal contra balas de 7,62 mm (hasta cinco impactos de bala a 70 milímetros uno del otro); en el caso de vehículos, resistirán balas de 12,7 y 14,7 mm (hasta ocho impactos a 100 milímetros
uno del otro). El material podrá usarse a temperaturas de entre -50ºC a 50ºC.
"Es probable que se convierta en una marca tan famosa como Kaláshnikov en el mercado de armas", señaló Alexéi Filátov, un veterano del comando antiterrorista Alfa.