"Dijeron que estaba vinculado con los acontecimientos de Boston. Pero ahora no podrán relacionarlo todo. Si hubieran querido saber la verdad, no lo habrían matado. Lo hubieran interrogado como es debido, pero decidieron tomarse la justicia por su cuenta", comentó Abdulbakí a RT. Para buscar la verdad sobre el fallecimiento de su hijo, Ibraguim Todáshev, Abdulbakí ha recurrido a detectives privados y ha viajado a EE.UU. También ha contratado abogados locales para emprender una acción legal contra las autoridades estadounidenses.
"Sinceramente, quiero que se haga justicia. Porque lo que pasó, el asesinato intencionado de mi hijo, es un caso sin precedentes. Ahora nada podrá devolverme la calma mientras viva. Desde que esto ocurrió, no he podido olvidarlo ni durante un segundo. Nunca me cansaré. Haré todo lo que pueda. Sencillamente no puedo dejarlo así", insiste Todáshev.
Ibraguim llegó a EE.UU. en 2008 para estudiar inglés y se quedó para seguir su carrera en el campo de las artes marciales. Durante varios años no pudo salir de EE.UU. a la espera de que se le concediera el permiso de residencia. Al cabo de un tiempo consiguió el estatus de residente y tenía planes de volver a su casa de visita el 24 de mayo. Pero murió dos días antes, a la edad de 27 años, cuando fue interrogado en relación con el atentado de Boston que dejó tres muertos y casi 300 heridos. Las autoridades estadounidenses sospechaban que el joven era amigo del supuesto autor del ataque, Tamerlán Tsarnáyev, apelando al hecho de que en cierta ocasión intercambiaron números de teléfono.
Pero mientras la familia del joven busca justicia, la situación en torno a su muerte continúa sin aclararse. Durante la noche del interrogatorio, Ibraguim recibió múltiples disparos mortales al corazón y la cabeza. El FBI alega que tuvo lugar una "confrontación violenta". Algunos informes sugieren que Ibraguim estaba armado con un cuchillo, otros hablan de un palo de escoba, pero también hay información según la cual estaba totalmente desarmado. Sea como fuere, el FBI se niega a publicar los resultados de la autopsia.