"Lamento que mis acciones dañaran a la gente y que esto dañara a Estados Unidos", dijo el soldado estadounidense, que se justificó afirmando que cuando tomó aquellas decisiones, creía que "iba a ayudar a la gente". "Los últimos años han sido una experiencia de aprendizaje", dijo Manning, que reconoció que debería haber trabajado más "dentro del sistema".
"¿Cómo diablos podía pensar que yo, un joven analista, podría cambiar el mundo para mejor pasando por encima de los que tienen la autoridad?", se preguntó.
El capitán Michael Worsley, experto psicólogo clínico y médico que testificó como testigo de la defensa, afirmó que se detectaron en el soldado signos de desequilibrio mental durante su servicio en Irak. El médico militar confirmó las palabras de otro testigo que había declarado que Manning tenía problemas de identidad sexual, el ex sargento mayor y superior directo de Manning Paul Adkins, que afirmó que hubo situaciones en las que era evidente que el soldado tiene problemas de orientación sexual.
El mando militar directo del soldado Manning era consciente de su inestabilidad mental, pero no le proporcionó la atención médica necesaria ni emprendió ningún paso en esa dirección. Esto, aunque no puede justificar completamente sus acciones, al menos debe atenuar parcialmente su culpabilidad por la divulgación de la información secreta, insta la línea de la defensa de Manning, cuyas comparecencias empezaron este martes en el tribunal de Fort Meade en Maryland.
Otro testigo de la defensa, el capitán de navío y doctor David Moulton, dijo que Manning estaba muy estresado y, esencialmente, fastidiado. Según Moulton, el soldado tenía buenas intenciones, pero probablemente no debería haber sido enviado a Irak. "Manning pensó que la publicación de estos documentos podría poner fin a la guerra de Irak y Afganistán y llevar a la gente a la conclusión de que ninguna guerra vale la pena", dijo.
El 6 de agosto la juez, la coronel Denise Lind,
acordó solapar algunos de los plazos de Bradley Manning y rebajar la pena de reclusión a 90 años. De esta manera la juez militar satisfizo parcialmente la solicitud que la defensa interpuso tras el veredicto.
El experto en geopolítica Carlos Alberto Pereyra Mele comenta a RT que la sentencia contra Manning ha de suponer un golpe demasiado fuerte para una persona de 25 años. Además, indica que con este caso Estados Unidos menoscaba la libertad de conciencia de toda la comunidad de la información. "Quieren mostrar en previsión de futuros casos qué es lo que puede ocurrir si vuelven a salir a la luz secretos que para ellos son transcendentales para su seguridad", dijo.
El 30 de julio el tribunal de Fort Meade en Maryland absolvió del cargo de ayudar al enemigo al soldado estadounidense acusado de filtrar documentos secretos a WikiLeaks, pero lo reconoció culpable de otros 19 cargos. Según se desprende del veredicto, Manning fue reconocido culpable de cinco infracciones de la Ley de Espionaje federal y cinco cargos federales de robo, otro por fraude y varios de delitos militares.
De este modo, Manning se enfrentaba a unos 136 años de prisión.
Se espera que el juicio contra Manning se prolongue hasta el 23 de agosto.