"Adolf Hitler tenía razón", decía la gigantesca inscripción en una de las tribunas de la plaza del municipio madrileño de Pinto. Un extremo estaba 'decorado' con una imagen del líder nazi, y en el otro se podía ver una enorme cruz gamada. La inscripción fue pintada unas horas antes del inicio de la corrida.
La administración tomó la decisión de seguir adelante con la corrida. Aseguran que lo hicieron "por motivos de seguridad" y "para que quienes no tuvieran culpa no se quedaran sin toros", según aclaró la alcaldesa de la localidad, Miriam Rabaneda, del Partido Popular, porque 5.000 personas iban a entrar en la plaza en pocos minutos, unas 2.500 en las gradas y otras 2.500 que ingresarían en la arena en el final del encierro.
Cuando la lidia hubo terminado, el polémico grafiti fue borrado.
Tras el caso, cientos de ciudadanos se reunieron cerca de la sede de la alcaldía para exigir que fueran detenidos los responsables. No obstante, la Policía no se mostró interesada por el caso, y no se han producido detenciones ni interrogatorios.