Lo que pasa en Egipto es una segunda ola de la revolución pero sin un líder
"Lo que pasa en Egipto no son enfrentamientos, no es una guerra civil. Parte solo de los militares y de la Policía que hace uso de la fuerza de forma injustificada e innecesaria", dijo Said, que recalcó que considera "una vergüenza" ver "cómo los países y los líderes de los gobiernos occidentales que se presentan como los pilares de la democracia apoyan la masacre de la democracia y de sus partidarios en Egipto".
"Puede que sea el Ejército el que apretó el gatillo, pero Occidente cargó el arma […] Estos pasos de maquillaje diplomático de llamar a sus embajadores y hacer declaraciones moderadas no bastan", opina la activista.
Said se niega a calificar lo que pasa en Egipto de protesta de los Hermanos Musulmanes, sino de "segunda ola de la revolución egipcia pero sin un líder". También explica que la gente sale a las calles indignada por las humillaciones, por la masacre por parte del Ejército egipcio.
En medio de la escalada de tensión, Occidente condena la violencia contra los manifestantes. Asimismo, EE.UU. ha suspendido las maniobras militares con Egipto previstas para este otoño, aunque no ha suspendido los 1.300 millones en ayuda militar que suministra a Egipto En varias ocasiones el Ejercito egipcio, justificando la represión, ha asegurado que habían actuado con la máxima moderación. "La lucha contra el terrorismo" fue la palabra que se usaba en para explicar la lógica de la violencia.