Así lo denunció el editor del diario, Alan Rusbridger, en un artículo publicado en el sitio web del periódico este lunes.
El periodista escribió que hace unos dos meses, después de haber publicado varias notas con base en los datos entregados por el exanalista de la CIA, contactó con él un alto funcionario del Gobierno británico que dijo representar las opiniones del primer ministro y le exigió la entrega o destrucción de todo el material.
Hace un mes el editor recibió una llamada desde el Gobierno diciendo: "Ya tuvieron su diversión. Ahora queremos que nos entreguen el material". La conversación fue seguida por otras reuniones con los representantes del Gobierno, que continuaron con la misma demanda.
Más tarde dos expertos en seguridad del Cuartel de Comunicaciones del Gobierno, una agencia equivalente a la NSA, llegaron a las oficinas del rotativo en Londres para supervisar la destrucción de los discos duros que pudieran contener información confidencial.
Sin embargo, el editor ha asegurado que las investigaciones de 'The Guardian' continuarán pese a estos actos intimidatorios y el periódico seguirá publicando las revelaciones de Snowden incluso desde fuera del Reino Unido.
Esta advertencia, junto con la decisión de hacer públicas estas amenazas por parte del Gobierno británico, se produjo tras la detención en un aeropuerto de Londres de David Miranda, pareja del periodista del 'The Guardian' Glenn Greenwald, quien fue el primero en publicar los documentos filtrados por Edward Snowden.
Después de ser interrogado por 9 horas en el aeropuerto de Heathrow, Miranda fue puesto en libertad sin que le fueran presentados cargos, pero las autoridades confiscaron sus equipos electrónicos incluyendo su teléfono móvil, un ordenador portátil, una cámara, tarjetas de memoria, un DVD y una consola de videojuegos.