En una entrevista concedida al portal Pravda.ru, Mamédova afirmó que la participación de EE.UU. y el Reino Unido en el golpe de Estado y en el derrocamiento del entonces primer ministro, Mohammad Mosaddeq, ya era conocida antes, ya que varios testimonios del personal de la inteligencia que trabajaban en aquel entonces en Irán fueron publicados en libros de historia sobre el tema.
Precisamente el golpe de 1953 sirvió de fundamento para la aparición del movimiento antiestadounidense en la sociedad de la República Islámica. Según la experta, el actual reconocimiento de la CIA tiene un objetivo estratégico: EE.UU. quiere dejar claro a Irán que Washington está dispuesto a dar pasos hacia el estrechamiento de los lazos entre las dos partes.
Después del golpe, se creó un consorcio internacional de petróleo en el que EE.UU. ocupó las posiciones más importantes, por lo que su influencia en Irán aumentó tanto en la esfera económica, como en la política.
Mamédova opina que actualmente el petróleo iraní ya no es lo más importante para EE.UU. De acuerdo con su opinión, hoy para Washington prevalecen intereses políticos y el papel que en este sentido desempeña Irán en Asia, y en particular en el Oriente Medio.
En 1953, obviamente, tenían principalmente intereses económicos: se enfrentaban al Reino Unido que en aquel entonces controlaba el petróleo iraní. Pero después de 1953, fueron las empresas estadounidenses las que llegaron a ser monopolistas del crudo de la actual República Islámica.
La especialista llegó a la conclusión que EE.UU. gradualmente reorienta sus prioridades a otras esferas, sobre todo al aumento de sus relaciones políticas con Irán, algo que podría proporcionarle la oportunidad de influir en la política exterior del país y en su posición, en primer lugar, hacia Israel, entre otros Estados, y en general en el equilibrio de poder relativo al programa nuclear de Irán.