Los medios locales informan de que en la zona isleña de la localidad más de 297 casas ya se han visto afectadas por el desastre natural.
El agua comenzó a inundar las playas fluviales de Jabárovsk destruyendo varios edificios costeros. Actualmente a orillas del río Amur se están llevando a cabo trabajos de refuerzo para evitar desbordamientos.
El nivel del agua del río Amur llegó a 688 centímetros. La tasa de 600 ya se considera peligrosa y los hidrólogos predicen que pronto podría aumentar a 780 centímetros.
Las fuertes lluvias produjeron la crecida de los ríos y el desbordamiento de la presa de la central hidroeléctrica de Zeya, lo que ha dejado decenas de hogares bajo el agua en varias regiones del Lejano Oriente de Rusia (también conocido como Extremo Oriente ruso) y ha provocado la evacuación de un total de 30.000 personas.
Las autoridades locales de momento evalúan los daños materiales causados por el desastre en 3.000 millones de rublos (91 millones de dólares). Solo la agricultura de la región sufrió daños por valor de 2.000 millones de rublos (60 millones de dólares). Asimismo, debido a las inundaciones, unos 500 kilómetros de carreteras y unos 60 puentes han quedado destrozados.