"Me lo dijo Dios". De este modo respondió Benedicto XVI, durante una de las pocas visitas privadas que actualmente concede, a una persona que le preguntó por las razones de su retiro y que habló en condición de anonimato con la agencia.
Según explicó Joseph Ratzinger durante el encuentro, no se trató de "una aparición" ni de cualquier otro "fenómeno de ese carácter", sino que fue "una experiencia mística" en la que el Señor hizo crecer en su corazón "un deseo absoluto de permanecer a solas con él, recogido en la oración".
Respecto a su sucesor, el papa Francisco, comentó que "observa satisfecho las maravillas que el Espíritu Santo" está haciendo con él. El testimonio agregó que Ratzinger reveló que cuanto más observa "el carisma de Francisco", más comprende que esa decisión fue la "voluntad de Dios".
Benedicto XVI, de 86 años, anunció su renuncia el pasado 11 de febrero.