El militar expresó sus dudas en una carta que ha mandado al congresista Eliot Engel en respuesta a su interpelación, misiva a la que ha tenido acceso la agencia AP.
Dempsey señala la capacidad del Ejército estadounidense de destruir la Fuerza Aérea de Siria y crear de este modo ciertas ventajas para el avance de los rebeldes contra las tropas de Bashar al Assad. Incluso una serie de ataques con misiles, en su opinión, permitiría lograr este objetivo sin desplegar las fuerzas de tierra. Sin embargo, el general objeta la idea de una intervención abierta porque no responde a los intereses políticos de Washington.
"El uso de la fuerza militar por parte de Estados Unidos puede alterar el balance militar", admite el general. "Pero no resuelve los subsiguientes problemas étnicos, religiosos y tribales que tienen su historia y alimentan este conflicto".
"Creo –agrega– que el lado que escojamos debe ser capaz de promover sus intereses y los nuestros cuando el balance se mueva a su favor. De momento, no lo son [los rebeldes]".
El militar describe la guerra, que dura casi dos años y medio en Siria, como "trágica y complicada". El análisis que ofrece contrasta con el que presentan los portavoces de la oposición armada siria residentes constantemente en Turquía o los países de Europa occidental.
También difiere en mucho de lo que suelen decir sobre el conflicto en Siria los funcionarios de la Administración de Barack Obama. Y eso que el destinatario de la misiva, el congresista Engel, es considerado como el partidario más activo entre los demócratas de que haya una mayor presencia militar de EE.UU. en en ese país árabe.